La economía peruana está creciendo a un menor ritmo y esto ya genera un impacto en la recuperación de puestos de trabajo, principalmente del empleo adecuado. En setiembre, el Producto Bruto Interno (PBI) solo avanzó 1.66%, el segundo resultado más bajo en lo que va de 2022, según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
En el noveno mes, cinco sectores registraron cifras en rojo. Entre ellos estuvieron Minería e Hidrocarburos (-9.35%), Financiero y Seguros (-7.35%), Minería e Hidrocarburos (-2.08%), Telecomunicaciones y Otros Servicios de Información (-1.90%), y Manufactura (-0.92%).
Con el resultado de setiembre, el PBI ha acumulado un avance de solo 2.90% en lo que va del año.
¿Cómo impacta el menor avance del PBI en el empleo? En el trimestre móvil de agosto-octubre, la población económicamente activa (PEA) ocupada en Lima Metropolitana creció 5.9%, el menor ritmo desde febrero-abril de 2021.
Para el economista jefe del Instituto Peruano de Economía (IPE), Víctor Fuentes, el resultado fue consecuencia del menor crecimiento económico. En declaraciones a este diario, aseguró que el principal problema surge en la creación de empleo de calidad.
Los datos del INEI revelan que la población adecuadamente empleada aún está 7.9% por debajo de lo registrado en el mismo periodo de 2019,es decir que hay 252,500 personas que aún no recuperan ese trabajo.
“Necesitamos tasas de crecimiento económico más fuertes, de lo contrario no creemos que el empleo adecuado se recupere en 2023. Crecer a un ritmo de 3% para una economía como la peruana es mediocre”, resaltó.
El exministro de Economía y Finanzas, Carlos Oliva, señaló que no se están aprovechando las oportunidades que tiene el Perú, ya que, por ejemplo, la minería metálica debería estar creciendo a un ritmo del 10%.
Durante su presentación en el “X Congreso de Familias Empresarias y Gestión de Patrimonio”, organizado por AEF Perú, dijo que si bien el PBI ya ha recuperado niveles prepandemia, aún no se ve un comportamiento similar en la tasa de pobreza.
“Antes de la pandemia teníamos una pobreza del 20%, con la pandemia subimos a 30%. Con el rebote bajamos a 26%, y la expectativa es que estamos estancados en 25% o 26%”, aseguró.
Uno de los problemas que hay en el país, explicó el también presidente del Consejo Fiscal, es que existe una falta de confianza por parte de las empresas. En la mayoría de los indicadores de la Encuesta de Expectativas del Banco Central de Reserva, las cifras están en terreno negativo.
“Si esto no se resuelve de alguna manera, vamos a seguir creciendo por debajo del 3%”, aseguró y resaltó que es necesario una política que busque una solución a ese tema.
Para Oliva, se vive una “ilusión fiscal”, porque las cifras dan la “ilusión de que estamos bien y no permiten darnos cuenta de las grandes deficiencias”.
“Ahora podríamos tener una economía con US$20,000 millones más”, añadió Oliva y remarcó que esos flujos de dinero salieron al exterior porque el país no aprovechó las oportunidades.