“Nosotros esperaríamos que existieran muchas otras iniciativas como la Franja y la Ruta de parte de otras potencias del mundo para agilizar el comercio internacional y ayudar a que países exportadores, como Chile, puedan llegar con sus productos de la mejor forma a todos lados”, dijo el presidente del gremio, Iván Marambio.
Chile, el país más lejano de China geográficamente, ha ampliado su llegada al país asiático hasta convertirse en los últimos años en el principal proveedor de fruta fresca de clima templado, en términos de valor exportado, empujado por la apertura económica china.
La relación comercial bilateral de larga data tiene sus bases en la firma del Tratado de Libre Comercio, en 2005, que dio luz verde a un abanico de productos chilenos que hoy pueden llegar al vasto mercado chino con arancel cero.
“Hoy tenemos todas las frutas aprobadas para llegar a China, lo cual es un caso único en el mundo. Es algo muy importante, que viene desarrollándose desde la firma del Tratado de Libre Comercio entre Chile y China”, explicó Marambio.
Según datos de Frutas de Chile, durante la temporada 2022-2023, se enviaron a China 598.362 toneladas de frutas frescas, lo que equivale al segundo producto más exportado del país austral, después del cobre.
En la industria frutícola local, la cereza juega un papel preponderante, con cifras récord de exportación cada temporada a China, por sobre las 375.000 toneladas embarcadas este verano austral (3,3 por ciento más que el periodo anterior), con altas proyecciones de crecimiento.
“El hecho de tener un mercado como el asiático, tan grande, en particular como el chino, ha beneficiado indudablemente a la cereza y a la fruticultura en general”, señaló el dirigente.
Marambio sostuvo que la relación comercial con China en la agroindustria “ha sido realmente una suma de ganar-ganar para ambos países”.
Detalló que, por una parte, Chile ha aprovechado las oportunidades que ofrece el enorme mercado interno de China a los productores extranjeros, al tiempo que el país asiático “se ha beneficiado por tener la mejor fruta del mundo, como es la chilena”.
“Lo que sucede en China con el mercado mismo es espectacular. Las tendencias que van naciendo, la forma en que el consumidor va adquiriendo, se va acercando al producto, es algo único en el mundo y nos motiva a tener la mejor fruta posible para llegar a ese mercado, a ese consumidor tan exigente. Es realmente un reto”, expuso el dirigente.
Pese a que los países se ubican en las antípodas, Marambio aseguró que la relación comercial es “muy fraterna, muy amplia, de muchos tipos de productos y mucha comercialización, tanto hacia China y desde China hacia Chile”.
“Eso, evidentemente, refleja que existen condiciones naturales que potencian el intercambio comercial entre ambas naciones, y nosotros lo evaluamos muy positivamente y esperamos que en el futuro eso se siga profundizando y siga creciendo en el intercambio comercial”, sostuvo.
Las cerezas chilenas lograron en enero pasado una cifra récord de exportaciones, con una recaudación de 1.555 millones de dólares con respecto al mismo mes de 2023, un máximo histórico registrado desde 2007 a la fecha, de acuerdo con la agencia ProChile, del Ministerio de Relaciones Exteriores.
El responsable de este hito para el país andino fue China, que acaparó cerca del 93 por ciento de los embarques de cerezas chilenas a principios de este 2024, los cuales significaron un retorno por 1.447 millones de dólares y una variación en valor de un 30,8 por ciento frente a enero del año anterior.
La directora del Comité de Cerezas de Frutas de Chile, Claudia Soler, aseguró a Xinhua que la cereza es un actor “muy importante, tanto para la fruticultura como para el país”, en particular para las regiones centrales de Chile, que concentran la mayor cantidad de plantaciones frutícolas a nivel nacional.
En el país sudamericano, la producción de cerezas abarca el 30 por ciento del empleo en el sector frutícola, equivalente a 200.000 puestos de trabajo directos en los meses del verano austral, principalmente en las áreas de cosecha, empaque y distribución.
Asimismo, añadió Soler, “es un sector que ha sido muy importante para el tema de la imagen país, ya que la cereza es un ícono, y esto impulsa la entrada de diversos productos al mercado chino”.
En los últimos siete años, la exportación de cerezas a China creció un 29 por ciento en volumen. Los envíos en el período referido pasaron de unas 40.000 toneladas en la temporada 2015-2016, a más de 375.000 toneladas en la actualidad.
La creciente demanda china ha convertido a la cereza en la fruta más sembrada de Chile en la última década, desplazando a la uva de mesa, con 62.000 hectáreas plantadas de esta baya y planes de alcanzar las 65.000.
Para Soler, el entendimiento con las autoridades y los servicios de aduanas chinos “ha sido clave” en esta historia.
“Creo que la cereza es un caso a analizar y un ejemplo de trabajo conjunto y desarrollo de mercado superimportante, que debería ser visto por otros sectores”, declaró.
Chile fue el primer exportador de cerezas en el hemisferio sur en la temporada 2022-2023, con el 97 por ciento de los envíos de esta región, seguido por Argentina. La cifra equivale a 415.398 toneladas.
El año 2023 fue desafiante para los productores por la presencia del fenómeno climático El Niño, que desató fuertes lluvias primaverales en las regiones centrales del país, las cuales concentran la mayor cantidad de plantaciones frutales a nivel nacional, lo que ocasionó cuantiosas pérdidas.
Actualmente, los puertos chinos que reciben los contenedores de cerezas chilenas se encuentran en Tianjin, Dalian, Shanghai, Fuzhou, Xiamen, Guangzhou, Shenzhen, entre otras ciudades, según información del Servicio Agrícola y Ganadero chileno.
En adelante, la estrategia chilena se enfocará en ampliar las campañas de promoción, potenciar la calidad de la fruta y agilizar la logística para una mejor distribución hacia las regiones del interior de China.