El dólar subía el martes hasta un nuevo máximo de 10 meses, mientras el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense alcanzaba su nivel más alto desde octubre de 2007 y el yen sufría, con los operadores en alerta ante posibles señales de intervención gubernamental.
El presidente del Banco de la Reserva Federal de Mineápolis, Neel Kashkari, dijo que, dada la fortaleza de la economía estadounidense, las tasas de interés probablemente deberían volver a subir y mantenerse “más altas durante más tiempo”, hasta que la inflación vuelva al objetivo del 2%.
Sus comentarios contribuían a elevar el rendimiento de los bonos a 10 años -el rendimiento de referencia en Estados Unidos, que marca la pauta del costo de endeudamiento en todo el mundo- hasta el 4,566%.
El aumento de los retornos mejoraba el atractivo del billete verde, llevando al índice dólar hasta las 106,2 unidades, su cota más elevada desde fines de noviembre de 2022. Más tarde, la medida, que compara el desempeño de la divisa estadounidense con una cesta de seis destacadas monedas, avanzaba levemente hasta las 105,96 unidades.
El euro ganaba un 0,1%, a 1,0596 dólares, tras tocar más temprano su mínimo desde marzo, a 1,057 dólares.
“El dólar es una apisonadora, es absolutamente extraordinario”, dijo Joe Tuckey, de la correduría Argentex. “Hay un excepcionalismo en Estados Unidos, es muy difícil de discutir. Estamos viendo unos datos sólidos y constantes”
El breve repunte del dólar afectaba al yen, que en un momento dado llegó a superar la barrera de las 149 unidades por primera vez desde octubre de 2022, alcanzando las 149,19.
La libra esterlina cayó a su nivel más bajo desde mediados de marzo, a 1,2168 dólares, y cedía después un 0,19%, a 1,219 dólares.