La economía mexicana metería freno en junio, luego de una primera mitad de año donde se observó un enfriamiento, de acuerdo con la información divulgada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En junio, el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) no mostró variación alguna respecto al mes previo. Lo anterior se dio ante un estancamiento en las actividades secundarias, que engloban a las industrias.
En tanto, el sector terciario, donde se encuentran los servicios, mostraría una contracción mensual de 0,1%.
“Los crecimientos del IGAE y del IOAE apuntan a que en el segundo trimestre el PIB mostró un crecimiento trimestral de 0,12% y un crecimiento anual de 1,21% de acuerdo con cifras ajustadas por estacionalidad”, señaló Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base.
En este sentido, indicó que la actividad económica crecería 1,6% en todo el año, lo que sería una desaceleración considerable respecto al crecimiento reportado el año pasado.
Este dato sería mucho menor al estimado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), a cargo de Rogelio Ramírez de la O, la cual estima un crecimiento del PIB de 3,0% para este año.
Hace algunos días, el Fondo Monetario Internacional (FMI) le metió tijera al estimado de crecimiento para México, uniéndose así a otras instituciones y organismos que han hecho lo propio en las últimas semanas.
Ahora, el FMI espera que la economía mexicana crezca 2.2% este año, desde la proyección previa que tenía de 2.4 por ciento.
“Hemos revisado un poco a la baja el pronóstico para este año, que resulta de compararlo con el fuerte crecimiento del año pasado, cuando se presentó mucha inversión de no residentes en construcción, así como una importante expansión de la actividad manufacturera impulsada por Estados Unidos”, indicó Petya Koeva Brooks, subdirectora del Departamento de Investigación del FMI.
En tanto, el consenso realizado por FocusEconomics también muestra una actualización a la baja de 2.2 a 2.1% para este año.
