El Banco Central del Uruguay (BCU) proyecta que la economía uruguaya crecería alrededor de 2,5% promedio este año, y con las exportaciones como “principal motor”, impulsadas por la reversión de los efectos de la sequía en el agro.
Esa estimación se ubica 0,5 puntos porcentuales por debajo de la divulgada en el trimestre anterior, según el informe de política monetaria conocido el miércoles.
La estimación es algo menor que las proyecciones oficiales incluidas en la última rendición de cuentas, que se sitúan en 3%.
En tanto, la última encuesta de expectativas realizada por el BCU entre analistas locales prevé crecimiento de 3,3% para este año, según la mediana de respuestas.
El BCU espera una expansión desestacionalizada del PIB en el segundo trimestre. Los datos oficiales de ese período se conocerán recién a mediados de setiembre.
El informe explica que los indicadores de consumo “mostraron relativa estabilidad”, con ventas de autos que se mantuvieron en “niveles elevados”.
Por su parte, el Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) se mantuvo estable en junio, y se ubicó en niveles de moderado optimismo, con descenso de la intención de compra de bienes durables, que fue compensada por la mejora de los subíndices de “situación personal” y “situación económica del país”.
Por su parte, el turismo emisivo tuvo “una fuerte desaceleración” en el segundo trimestre y en términos desestacionalizados, particularmente con Argentina, dice el reporte.
Según el informe, los indicadores de inversión mostraron “señales mixtas”. Hubo crecimiento en la venta de camiones, al tiempo que las inversiones del sector público no financiero “mantuvieron elevado dinamismo”.
En contraste, las importaciones de bienes de capital mostrarían una leve caída en la comparación desestacionalizada frente al trimestre previo”, dice el BCU.
Por su parte, las exportaciones de bienes en términos constantes “profundizarían el crecimiento en el segundo trimestre, ante la intensificación de exportaciones como soja, se explica
Además, indicó que la industria manufacturera mostró señales de recuperación, tanto en el índice de volumen físico global como a nivel de núcleo industrial.
Con respecto a la inflación, el BCU ratificó que “se mantendría dentro del rango meta –entre 3% y 6%– durante todo el horizonte de política monetaria, y convergería al centro del rango en junio de 2026.
“Esta dinámica se daría en el marco de expectativas de inflación que continúan reaccionando favorablemente a la fase contractiva de la política monetaria.
A esta evolución de la inflación también contribuirían otros factores macroeconómicos, como la persistencia de una brecha TCR negativa que se cierra un ritmo relativamente lento y la presencia de una brecha PIB en terreno negativo a lo largo de todo el horizonte”, dice el informe.
La inflación en los 12 meses a julio se ubicó en 5,45%, y volvió a acelerarse por tercer mes consecutivo. De todas maneras continúa dentro de la meta fijada por las autoridades, rango en el que ha permanecido hace 14 meses de manera consecutiva.
En tanto, la tasa de interés de política monetaria se mantendría en el eje de 8,5% durante el segundo semestre de año y parte de 2025.
El informe de política monetaria también da cuenta que en el segundo trimestre el tipo de cambio real de Uruguay se habría ubicado 10,4% por debajo del valor sugerido por sus fundamentos, según los modelos utilizados por el banco.