Cuando se habla de economía global, Estados Unidos suele tener un papel protagónico.
¿La razón? El país estadounidense se ha mantenido al frente en esta materia, gracias a factores como su mercado dinámico, la estabilidad de su sistema económico, su alto nivel de inversión en innovación y la fortaleza de sus instituciones.
Sin embargo, una pregunta que suele abrir la puerta del debate es si en algún punto EE. UU. podría perder su título como superpotencia y, si ese fuera el caso, quién ocuparía su lugar.
Aquí es donde se introduce China, la segunda economía más fuerte a nivel mundial y su principal rival en términos económicos, una condición derivada en buena parte al papel clave que juega el país asiático a nivel de producción, exportación y comercio internacional.
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¿China está preparada para eclipsar a EE. UU.?
Para responder a esta cuestión, es necesario tomar en consideración diferentes indicadores como el Producto Interno Bruto (PIB), el volumen del comercio global que representa cada país con respecto al resto del mundo, y el PIB per cápita.
En ese sentido, si bien China ha recortado bastante su distancia con Estados Unidos, aún le queda un largo camino por recorrer.
De acuerdo con Jorge Tovar, profesor de la facultad de Economía de la Universidad de los Andes, la pérdida de impulso se explica por la influencia de factores como la política de cero covid, la interrupción en la cadena de suministro que se generó a raíz de la guerra en Ucrania y la alta inflación mundial.
A lo anterior se le suman otros aspectos como la crisis inmobiliaria interna y la ralentización del crecimiento económico chino. De hecho, para 2022 su economía registró un crecimiento del 3 %, una de sus tasas más lentas en años.
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En ese contexto, los pronósticos de los analistas apuntan a que habría que esperar hasta mediados del 2040 para que el PIB de China logré superar al de la economía dominante. Incluso entonces, el margen no sería muy amplio, lo que podría hacerla retroceder.
Por otro lado, en lo que se refiere al poder de la moneda, Rafael Castro, profesor de la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la Universidad del Valle, señaló que la hegemonía del dólar se seguiría manteniendo en el largo plazo.
“Si bien se han incrementado el número de transacciones en otras monedas (especialmente han venido creciendo las transacciones en el renminbi chino), estas todavía están muy lejos de alcanzar el número de transacciones en dólares y euros, así como el ahorro que se realiza en estas dos monedas”, indicó.