La compra por Lufthansa (ETR:LHAG) de una participación minoritaria en la deficitaria ITA Airways supone un nuevo impulso a la ola de consolidación del fragmentado mercado europeo de la aviación, que podría dar lugar a más adquisiciones de aerolíneas nacionales de nivel medio.
Se juzgará al grupo alemán por su capacidad para rentabilizar en los próximos años el negocio sucesor de Alitalia, lo que podría preparar el terreno para que los grandes grupos aéreos se abalancen sobre más aerolíneas nacionales que han caído presas de la competencia.
“Es una prueba más de que la consolidación en el sector aéreo europeo continúa y, en mi opinión, es necesaria”, dijo la semana pasada Carsten Spohr, consejero delegado de Lufthansa.
“El éxito depende de la escala y de la capacidad de combinar la fuerza de nuestras operaciones bajo un mismo techo”
La portuguesa TAP, rescatada por el Gobierno durante la pandemia, y la escandinava SAS, que trata de salir del procedimiento de quiebra, han tenido dificultades para competir con competidoras de bajo coste como Ryanair (LON:0RYA) y Wizz Air (LON:WIZZ).
Lufthansa, Air France-KLM (EPA:AIRF), y la propietaria de Iberia y British Airways, IAG (BME:ICAG), han sentado las bases para posibles ofertas por TAP, ya que el Gobierno portugués busca venderla.
“Hay muchas otras aerolíneas que solo están ahí por la necesidad percibida de tener una compañía de bandera nacional, y probablemente lo tienen bastante difícil”, afirma James Halstead, analista de aviación y socio director de Aviation Strategy.
Los analistas sostienen que, en los próximos años, el mercado seguirá dividiéndose en dos segmentos: los tres grandes grupos aéreos formados por Lufthansa, Air France-KLM e IAG, que compran compañías nacionales más pequeñas, y gigantes de bajo coste como Ryanair.
“El acuerdo Lufthansa-ITA es una operación que sigue la lógica de los últimos 25 años en el mundo de la aviación en Europa, que pasa por una creciente integración de estas aerolíneas regionales-nacionales”, señala Andrea Giuricin, de TRA Consulting.
Los datos de TRA Consulting muestran que en 2018 las cinco primeras compañías en Europa, incluidas Lufthansa y Ryanair, controlaban alrededor del 50% del mercado, mientras que en Estados Unidos —donde los operadores se consolidaron antes— las principales aerolíneas tenían una cuota del 86%.
Los analistas advierten que las que no sean absorbidas por los tres grandes grupos corren más riesgo que nunca de desaparecer sin más.
“No podrán crecer como las demás y, por tanto, perderán cuota y atractivo y seguirán dando tumbos hasta perecer”, afirma Halstead.
El acuerdo de Lufthansa y otros, como la adquisición de Asiana Airlines (KS:020560) por Korean Air Lines (KS:003490), serán temas candentes en la reunión anual de la IATA, que se celebrará en Estambul la próxima semana.
Pero no es fácil cambiar el rumbo de una aerolínea en crisis, sobre todo cuando las compañías de bajo coste continúan su rápida expansión en mercados como Italia y Europa del Este.
A medida que aumente el coste del carbono y se encarezcan los vuelos, los analistas afirman que las compañías de bajo coste serán más atractivas para los consumidores, lo que dificultará a los grandes grupos salvar a las aerolíneas de nivel medio en apuros.
Según los analistas, la presión ejercida sobre las aerolíneas europeas para que utilicen combustible de aviación sostenible (SAF, por sus siglas en inglés), hasta cinco veces más caro que el normal, hará que los consumidores más preocupados por los costes recurran más a menudo a las compañías de bajo coste.
En el caso de ITA, el mayor reto de Lufthansa será competir con el casi 40% de cuota de mercado de Ryanair en Italia, tercer mercado europeo, y ofrecer una ventaja competitiva suficiente en vuelos de media y larga distancia.
Ryanair también está presionando en Europa del Este, con la vista puesta en el crecimiento de las economías y la cuota de mercado en la región, en una batalla con la húngara Wizz Air.
“En Polonia, estamos muy por delante de LOT (la aerolínea local) y prevemos mantenernos ahí durante algún tiempo, seguimos creciendo en la República Checa y en muchos otros países de Europa del Este, y vemos más oportunidades en esa zona”, dijo en mayo Neil Sorahan, director financiero de Ryanair.
Aun así, el Gobierno italiano considera que el acuerdo con Lufthansa es la única salida para ITA tras años de pérdidas y esfuerzos fallidos por renovar Alitalia.
“La perspectiva de quedarnos solos en un mercado como el de la aviación es una pura ilusión. No cabe duda de que se protegerá el interés nacional”, dijo la semana pasada el ministro de Economía italiano, Giancarlo Giorgetti.