Para los exportadores de frutas y verduras, la situación de la importación de tomate marroquí está totalmente “descontrolada”, aunque países como Turquía también se posicionan como una fuerte competencia que provoca en los productores el miedo ante una reducción del mercado.
La compra comunitaria a Marruecos ha pasado, desde 2013, primer año después de la entrada en vigor del Acuerdo de Asociación entre la UE y el país magrebí, de 365.695 toneladas a 557.225 toneladas en 2022, volumen que se incrementa a 701.541 toneladas si se incluye el Reino Unido.
En la actualidad, los últimos datos disponibles del Ministerio de Agricultura sobre la previsión de que los volúmenes exportados por España retroceden por debajo de los registrados en el promedio de las cinco últimas campañas.
A pesar del crecimiento por segunda campaña consecutiva de la superficie sembrada de tomate de invierno, las exportaciones españolas de tomate, hasta febrero de este año, han continuado a la baja en volumen.
El director de la federación hortofrutícola Fepex, José María Pozancos, habla de una “pérdida progresiva de la cuota de mercado” por parte de España a la vez que expone “dos fenómenos preocupantes” en cuanto a esta merma.
En primer lugar, Pozancos advierte sobre la “consolidación de Turquía como principal proveedor de los mercados de Europa del Este”, en total, la Unión Europea importó 117.411 toneladas de tomate de este país, según los últimos datos del MAPA.
Además, asegura que Marruecos está “desplazando clarísimamente” a España en el mercado de zonas como Europa Occidental.
De todo ello, resalta la “desestacionalización” que se ha producido en los últimos meses en cuanto a la producción y la exportación de tomate marroquí, lo que le otorga “una presencia durante todo el año en el mercado”.
En respuesta a esta coyuntura, Pozancos sostiene que las medidas previstas en el acuerdo de asociación para hacer frente a un incremento “descontrolado” de las importaciones de Marruecos “no se están aplicando”, sino que “se están beneficiando de las concesiones lanzadas en el marco de la prórroga de asociación”.
La bajada en las ventas al exterior también la están notando los exportadores canarios, que en los últimos años han sufrido un descenso en la superficie de plantación, aunque en la última campaña se han recuperado.
El portavoz de la Federación Provincial de Asociaciones de Exportadores de Productos Hortofrutícolas de Las Palmas de Gran Canaria, Gustavo Rodríguez, califica la salida del Reino Unido de la Unión Europea como “la gota que ha colmado el vaso”.
En un ejemplo gráfico, Rodríguez dibuja a un Marruecos que “adelantó por la derecha” a los país de la UE a la hora establecer relaciones comerciales con el país británico una vez fuera de la Unión.
Los datos muestran que las exportaciones españolas de tomate al Reino Unido han caído de 143.182 toneladas a 70.780 toneladas, según datos de la División de Estadísticas de Naciones Unidas.
Solo en febrero, las islas canarias dejaron de enviar entre un 30 % y 40 % de tomate al Reino Unido debido a unas condiciones climatológicas muy desfavorables.
La solución según los exportadores pasa por “solicitar a la Comisión Europea una ayuda extraordinaria de hasta el 10 % del valor de la producción comercializada de tomate de las organizaciones de productores”, según Fepex.
Con este porcentaje, esperan que se compensen los daños que está provocando “la dejadez en la aplicación de las cláusulas de cooperación y de salvaguarda del acuerdo de Asociación de la UE con Marruecos”.
Y la aplicación de las concesiones arancelarias del Acuerdo a las producciones del Sahara Occidental, que “se está convirtiendo en la principal zona exportadora de tomate de este país”.
Mientras, la situación en lugares como Canarias es de cierre: “de las 1.086 empresas que operaban exportando tomate a principios de los 2000, quedan seis”, lamenta el portavoz de los exportadores canarios.