El Banco de Canadá ha decidido seguir con el endurecimiento monetario y ha subido los tipos de interés otros 25 puntos básicos más, hasta el 5%. El país norteamericano va a un ritmo distinto al de la Reserva Federal de EEUU: subió los tipos más rápidamente que su vecino y fue el primero de los bancos centrales que se tomó un descanso en la primavera. Y ahora, mientras el banco central estadounidense se toma una pausa veraniega, el canadiense ha decidido volver a apretar, con la segunda subida de 0,25% consecutiva.
En su documento, la dirección del Banco de Canadá celebra que la inflación está frenándose a nivel global, pero sigue preocupado por la resistencia de la economía del país y la fortaleza del mercado laboral. Según sus expectativas, al ritmo actual los precios volverían al crecimiento del 2% “a mediados de 2025”, por lo que han decidido endurecer la política con el objetivo de acelerar la normalización de la inflación.
La clave es que el enfriamiento viene especialmente por la caída de los precios de la energía y no tanto por la subyacente (los precios menos los de la energía y los alimentos), lo que implica que las causas de la inflación sn “más persistentes de lo esperado”.
El organismo está preocupado por la resistencia del consumo de los hogares, que creció un 5,8% en el primer trimestre, pese a que el objetivo de las subidas de tipos es, precisamente, enfriar el gasto de las familias. “Los datos sugieren que hay un exceso de demanda persistente”, indica el comunicado.
A eso se suma la fuerte inmigración que registra el país, lo que mantiene el mercado laboral muy ajustado, ocupando las pocas plazas vacantes que quedan. El resultado es que la creación de empleo sigue al alza, aunque el paro esté solo en el 5,4%. Esta combinación está provocando que las subidas salariales medias alcancen el 5% anual, con las empresas luchando por atraer a trabajadores para cubrir las vacantes. El aumento de la población también provoca que el precio de la vivienda siga al alza, al haber más demanda que oferta.
