El Banco de España ha presentado uno de los informes trimestrales más optimistas de los últimos tiempos al mejorar el crecimiento para este año hasta el 2,3%, siete décimas más respecto a las anteriores previsiones. El organismo dirigido por Pablo Hernández de Cos se suma a la ola de revisiones positivas para la economía española. Además, adelanta que la economía creció en el segundo trimestre un 0,6%. Sobre la inflación, contempla recortes de inflación más pronunciados para este ejercicio. Baja el IPC promedio al 3,2% frente al 3,7% anterior. Para la subyacente que caiga con fuerza los dos próximos años.
El Banco de España certifica que la economía española ha entrado en velocidad crucero y apunta a que está creciendo a un ritmo trimestral del 0,6%, para este segundo trimestre. El dato suele coincidir con la primera estimación que realiza el INE, prevista para el 28 de julio. De confirmarse, supone una aceleración respecto al 0,5% del primer trimestre, una cifra con la que sorprendió a economistas y analistas.
Las nuevas previsiones del organismo, también, van en esta línea. Los economistas del Banco de España sostienen que se espera un crecimiento para este año del 2,3%, siete décimas más que en las perspectivas de marzo. La mejora es “consecuencia de un avance más intenso del producto en la parte transcurrida del año y de la revisión de los datos referidos a 2022 que se desprende del avance del Instituto Nacional de Estadística el pasado mes de abril”, explica el documento.
A pesar de que hay un gran componente de efecto arrastre en estas perspectivas, el Banco de España reconoce que hay fortaleza en la economía, gracias a la recuperación de la actividad turística y en el vigor de las exportaciones de otros servicios no turísticos. Este elevado dinamismo de la actividad se ha prolongado en el segundo trimestre.
También menciona que precio de las materias primas son ahora algo más favorables para el crecimiento en 2023, si bien dicho efecto se compensa con un impacto más negativo sobre la actividad del endurecimiento de las condiciones de financiación que el incorporado en el ejercicio de marzo.
El crecimiento medio se mantendrá similar en los años 2024 y 2025, con tasas del 2,2% y el 2,1%, respectivamente. Sin embargo, se destaca que este avance del producto estará principalmente sustentado en la recuperación del consumo privado, y no tanto en la contribución de la demanda exterior neta, que fue el principal motor del crecimiento en 2023. Estos últimos trimestres han sido inéditos para la economía española. El PIB nunca había crecido sin el motor de la demanda interna dos trimestres consecutivos.
El Banco de España ya señala que el principal motor de la economía ya comienza a carburar. “El consumo privado se habría recuperado levemente a lo largo del segundo trimestre”, explican. Hasta ahora había sido un lastre “por la pérdida de poder adquisitivo que las familias han acumulado durante el episodio inflacionista actual y por los efectos adversos sobre su capacidad de gasto, especialmente en el caso de los hogares más endeudados, derivados del endurecimiento de las condiciones de financiación bancaria”.