El Banco Central Europeo (BCE) ha valorado que la inflación en la eurozona esté disminuyendo, aunque augura que seguirá siendo “demasiado alta durante demasiado tiempo”, por lo que el garantizará que los tipos de interés oficiales se fijen en “niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo necesario para lograr que la inflación vuelva a situarse pronto en el objetivo del 2% a medio plazo”.
Así lo pone de relieve el BCE en su quinto boletín económico de 2023, en el que recuerda que, en su reunión del 27 de julio de 2023, el Consejo de Gobierno decidió subir los tres tipos de interés oficiales en 25 puntos básicos.
De esta forma, explica que seguirá aplicando un enfoque dependiente de los datos para determinar el nivel de restricción y su duración apropiados. En cualquier caso, el BCE insiste en que su Consejo de Gobierno “está preparado para ajustar todos sus instrumentos en el marco de su mandato para asegurar que la inflación vuelva a situarse en su objetivo a medio plazo y preservar el buen funcionamiento de la transmisión de la política monetaria”.
El organismo, que espera que la inflación siga bajando en Europa en los próximos meses, valora los efectos de las anteriores subidas de los tipos de interés que, a su juicio, “siguen transmitiéndose con fuerza”. Así, indica que “las condiciones de financiación han vuelto a endurecerse y están frenando cada vez más la demanda, lo que es un factor importante” para reducir la subida de precios.
No obstante, la institución comunitaria reconoce que, en este contexto, “las perspectivas a corto plazo de la actividad económica en la zona del euro se han deteriorado, debido principalmente a la mayor debilidad de la demanda interna”.
“La elevada inflación y el endurecimiento de las condiciones de financiación están frenando el gasto, lo que está afectando especialmente a la producción de manufacturas, que también se está viendo contenida por la debilidad de la demanda externa”, advierte el BCE, que destaca también que la inversión residencial y empresarial están mostrando también “signos de debilidad”. Y, de hecho, aunque reconoce una mayor fortaleza en los servicios, precisa que ese dinamismo “se está ralentizando”.
De esta manera, espera que el crecimiento económico siga siendo “débil” a corto plazo, si bien a más largo plazo, “el descenso de la inflación, el aumento de las rentas y la mejora de las condiciones de la oferta deberían respaldar la recuperación”.