El canciller alemán, Olaf Scholz, en su tradicional videomensaje defendió este miércoles la política social y laboral del Gobierno de coalición, aunque admitió que aún hay demasiados empleados que trabajan duro por “muy poco dinero” y que la economía germana necesita más mano de obra.
El político socialdemócrata recordó que más de 46 millones de personas trabajan actualmente en Alemania, “más que nunca”, a los que se suman más de 20 millones de pensionistas.
Además, Scholz afirmó que los trabajadores en el país teutón nunca antes habían trabajado tantas horas como el año pasado. “En los próximos años, se necesitarán aún más trabajadores”, dijo el canciller. “Por eso también nos aseguramos de que aquellos que huyeron a nuestro país de la guerra en Ucrania encuentren trabajo más rápido. Porque el trabajo es más que ganar dinero. “El trabajo también significa: pertenecer, tener colegas, recibir reconocimiento y aprecio”.
Scholz volvió a rechazar claramente un aumento de la edad de jubilación , que actualmente ya va aumentando gradualmente desde los 65 a los 67 años hasta 2031. “Para mí es una cuestión de decencia no negar a quienes han trabajado durante mucho tiempo la jubilación que se merecen. Y los más jóvenes que empiezan su carrera también tienen derecho a saber cuánto tiempo tienen que trabajar.”
El político destacó que la introducción del salario mínimo hace nueve años benefició a más de 5 millones de personas, mientras que el aumento a 12 euros brutos por hora hace dos años benefició a otros 6 millones de asalariados.
Asimismo, resaltó que, aunque ha habido una disminución en la proporción de trabajos mal remunerados, todavía hay demasiadas personas que trabajan arduamente pero reciben salarios insuficientes. Para abordar esto, mencionó la disponibilidad de subsidios para vivienda y por hijo, así como la reducción de las cotizaciones a la Seguridad Social para aquellos que ganan menos de 2.000 euros.
Scholz se mostró satisfecho con los actuales acuerdos sobre salarios. “Los buenos acuerdos salariales también garantizan que muchos empleados vuelvan a tener por fin más dinero en el bolsillo”, dijo. “Los expertos prevén incluso un aumento especialmente grande este año: una media de alrededor del 5% en los salarios”. “Pero una cosa está clara: la mejor garantía de unos buenos salarios son y seguirán siendo unos buenos convenios colectivos”, señaló, y recordó que cuatro de cada cinco trabajadores cubiertos por este tipo de acuerdos se han beneficiado de la prima de inflación libre de impuesto y con un importe medio de 2.700 euros.
El Gobierno, dijo, proporciona miles de millones en desgravaciones sólo con la Ley de Equiparación de la Inflación y las pensiones también aumentarán el 1 de julio un 4,57 %.
“No nos quedaremos sin trabajo en los próximos años, sino al contrario, necesitamos más mano de obra”, incluido personal cualificado del extranjero, recalcó Scholz.
Por su parte, el presidente de la patronal, Rainer Dulger, no pareció impresionado por la elevada tasa de actividad citada por el canciller Scholz y reclamó aún más trabajo: “Necesitamos más trabajo en Alemania, no menos”, explicó Dulger el miércoles por la mañana. “Alemania discute demasiado sobre las condiciones del no trabajo – y demasiado poco sobre el valor del trabajo”, lamentó el Presidente de la Confederación de Asociaciones Patronales Alemanas (BDA).
La cuestión de cómo hacer que Alemania vuelva a ser un lugar atractivo para trabajar debe ocupar un lugar central, afirmó. “Esto también significa que todos tendremos que trabajar más y durante más tiempo”, subrayó Dulger. Para lograrlo, hay que mejorar las condiciones marco del trabajo. “El trabajo es mucho más que una necesidad, y esto hay que volver a ponerlo en primer plano el 1 de mayo”, subrayó el jefe de la BDA, y añadió: “La prosperidad sin esfuerzo no existe”. Y: el valor añadido lo crean los empresarios privados”.
Los líderes de la Unión Europea han celebrado hoy el vigésimo aniversario de la entrada simultánea de diez países al bloque como un hito en la “reunificación” del continente. Aunque reconocen que los esfuerzos por la ampliación continúan, y que hay un enfoque particular en Europa del Este.
El 1 de mayo de 2004 marcó la quinta y mayor expansión en términos de número de miembros y población. República Checa, Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta y Polonia se unieron simultáneamente, y se han llevado a cabo actos conmemorativos en estos países.
La satisfacción por este hito se extiende entre las potencias preexistentes en la UE, como Francia, cuyo presidente Emmanuel Macron enfatizó que Europa se ha fortalecido. El canciller alemán, Scholz, por su parte, subrayó que estas incorporaciones representan “diez historias de éxito” en pro de una Europa unida, y destacó los 20 años de colaboración por la paz, la libertad y la prosperidad.