Mientras Israel realiza sus primeras incursiones en la Franja de Gaza, el mundo contiene la respiración previendo una ofensiva terrestre total.
Pero mientras la mayoría de las miradas están centradas en el desastre humanitario que está desarrollándose, los responsables políticos y los líderes empresariales están cada vez más preocupados por el impacto económico de un conflicto duradero entre Israel, Hamás y otros actores en la región.
Si bien las exportaciones alemanas a Israel representan sólo el 0,4% de las exportaciones totales del país (desde vehículos, piezas de autos, maquinaria, energía renovable, productos químicos y farmacéuticos), el país mediterráneo ha sido durante mucho tiempo un socio económico clave.
“El comercio y la inversión extranjera directa entre los dos países son pequeños, pero para la transferencia de tecnología y la cooperación en la investigación en ciencias naturales y física, Israel es extremadamente importante y lo ha sido desde la década de 1960”, dijo a DW Rolf Langhammer, investigador del Instituto para la Economía Mundial (IfW), de Kiel.
En los últimos años, las empresas alemanas también han establecido relaciones sólidas con muchas de las nuevas empresas tecnológicas de Israel. Según el sitio web del gobierno alemán, grandes empresas como Merck y Siemens contratan ingenieros de primer nivel de Israel, mientras que Deutsche Telekom, Bosch, Daimler, Volkswagen y BMW tienen centros de investigación y desarrollo en Israel o han invertido en empresas emergentes.
Compás de espera
Los líderes de la industria esperan que la cooperación entre ambos países siga siendo sólida, especialmente porque Israel es líder en ciberseguridad, biotecnología, salud y energía renovable, además de innovar en el sector alimentario. Pero, a corto plazo, muchos proyectos podrían quedar en el aire mientras reina la incertidumbre sobre el transcurso del conflicto entre Israel y Hamás.
“Existe un gran temor [entre las empresas alemanas] a una escalada, especialmente si Irán u otros países se involucran”, dijo a DW Charme Rykower, subdirectora general de la Cámara de Industria y Comercio Germano-Israelí: “No quiero imaginar las consecuencias si tenemos por delante un conflicto largo y sangriento”.
Rykower dijo que las empresas alemanas que operan en Israel están por ahora en compás de espera, para ver qué sucede, pero señaló cómo la economía israelí ya está sufriendo los efectos de los ataques de Hamás el 7 de octubre.
La moneda de Israel, el shekel, ha caído frente al dólar y cientos de miles de israelíes han sido llamados al Ejército, dejando a muchas empresas sin una cobertura de personal adecuada. Otros miles de empleados han recibido permiso temporal sin sueldo mientras los clientes se quedan en casa debido a amenazas de seguridad.
“Tenemos que ser pacientes y esperar que este conflicto no se intensifique y que las cosas se arreglen en unas pocas semanas”, añadió Rykower.
Acto de equilibrio de Alemania
El gobierno alemán ha apoyado enfáticamente el derecho de Israel a defenderse. Pero, al mismo tiempo, Alemania debe realizar un delicado acto de equilibrio, ya que otros países del Medio Oriente han denunciado las tácticas militares de Israel en la lucha contra el grupo militante Hamás, que ha sido calificado como una organización terrorista por la UE, EE. UU., Alemania y muchos otros países. Muchas de estas naciones son, o tienen el potencial de ser socios económicos aún más importantes para Alemania.
Qatar, por ejemplo, está desempeñando un papel de intermediario para ayudar a asegurar la liberación de unos 220 rehenes capturados por Hamás en Israel durante los ataques del 7 de octubre. La nación árabe también ha criticado ferozmente la represalia de Israel contra Hamás, que hasta ahora ha dejado más de 7.000 muertos, según el Ministerio de Salud de Gaza, dirigido por Hamás.
Esta semana, el emir de Qatar, el jeque Tamim bin Hamad Al Thani, dijo que “a Israel no se le debería conceder luz verde incondicional y autorización irrestricta para matar” palestinos.
Langhammer, del IfW de Kiel, comentó a DW: “Qatar destaca como el inversor más importante de Oriente Medio en Alemania. Tiene participaciones en empresas como Volkswagen, Deutsche Bank y Siemens”. Recordó que el año pasado, en medio de la crisis energética europea, que hizo que los precios del gas natural se dispararan, Alemania también firmó un acuerdo con Qatar para asegurar el suministro de gas natural licuado (GNL), que comenzará en 2026.
“Cualquier tipo de escalada de la crisis afectaría duramente a Alemania debido a su dependencia de la energía de la región. Pero al mismo tiempo, un país como Qatar no quiere que sus inversiones en las principales empresas alemanas se vayan por el desagüe”, añadió Langhammer. “La mayor amenaza es, por supuesto, Irán”, afirmó.
Irán, que respalda a Hamás y al grupo militante libanés Hezboláh, que también ha estado luchando contra Israel, ha amenazado anteriormente con bloquear el Estrecho de Ormuz en el marco de tensiones con Israel y Occidente. El estrecho es el cuello de botella petrolero más importante del mundo debido a los grandes volúmenes de petróleo que se envían a través de esta vía.
Irán está prácticamente desvinculado del comercio con Occidente debido a su controvertido programa nuclear, que está sujeto a sanciones de Estados Unidos y la UE.
Otros países de la región, entre ellos Egipto y Arabia Saudita, con sus respectivas poblaciones de 109 y 36 millones de habitantes, también son de creciente interés para los exportadores alemanes.
“Los vínculos económicos con la región de Oriente Medio tienen una importancia estratégica”, explica a DW Helene Rang, directora ejecutiva de la Asociación Alemana de Oriente Próximo y Medio. “Entre los factores clave se encuentran la proximidad geográfica y los crecientes mercados de ventas y consumo debido a la gran población local”.
Rang habló de enormes proyectos de infraestructura futuros, incluido el saudí Neom: una enorme ciudad futurista que se construye junto al Mar Rojo con un costo de medio billón de dólares, la cual supone muchas oportunidades para las empresas alemanas.
“Esperamos que [la escalada del conflicto] no tenga un gran impacto en la cooperación económica. La situación es difícil… [pero] al mismo tiempo, esperamos que se encuentre una solución a través de la diplomacia internacional. La reunión de paz en Egipto fue un primer paso importante”, dijo Rang, refiriéndose a una cumbre de líderes mundiales y enviados internacionales, que tuvo lugar el 21 de octubre.