Desde que Donald Trump ganó las elecciones de Estados Unidos y se certificó su vuelta a la Cada Blanca, las empresas pusieron especial atención en los retos internacionales a los que tendrían que hacer frente por las medidas que ya vaticinaba durante el periodo de la campaña electora. Ahora, con las medidas que prometía ya en marcha -aunque con una tregua de 90 días- las empresas empiezan a notar sus consecuencias y los retos que tenían hace unos meses se han hecho realidad. Así, el 29,08% de las empresas españolas ven un desafío en los problemas en la cadena de suministro -problemas de logística, escasez de materias primas, problemas en la fabricación, eventos imprevistos…-, según el estudio ICEO (International Center for Executive Options) elaborado por LHH con el objetivo de ayudar a las empresas a prepararse mejor para los desafíos futuros.
Bajo esta perspectiva, la investigación pone de relieve los principales desafíos externos que preocupan a los líderes españoles en la actualidad. A parte de los problemas que pueden ocasionar los aranceles y las diversas guerras en la carrera de suministros, la globalización y el aumento de la competencia también es una cuestión que preocupa al 27,89%; unida a la complejidad del cumplimiento regulatorio, que es un reto para el 27,49% de las empresas. Estos resultados reflejan una presión significativa sobre los directivos, que deben equilibrar el crecimiento empresarial con la necesidad de adaptarse a un mercado cada vez más dinámico y competitivo.
Los retos a los que se enfrentan los equipos de liderazgo hoy en día son múltiples y complejos. En este punto, además de los comentados anteriormente, los líderes españoles también señalan los desafíos económicos y de mercado como una de sus principales preocupaciones, con un 26,95% señalando la globalización y el aumento de la competencia y un 26,84% destacando las presiones inflacionarias y el incremento de costes. Esta realidad pone de manifiesto la importancia de desarrollar estrategias de liderazgo ágiles y resilientes, que cuenten con medidas concretas como la diversificación de proveedores para mitigar riesgos en la cadena de suministro, la adopción de metodologías de trabajo flexibles para responder rápidamente a cambios en la demanda y la implementación de planes de contingencia enfocados en la sostenibilidad financiera y operativa.
El estudio también analiza el nivel de confianza que tienen los líderes en sus propias capacidades y en las de sus equipos. Por un lado, los líderes españoles se muestran bastante seguros al ser preguntados por el nivel de confianza en su capacidad para afrontar los desafíos actuales y por el nivel de confianza en su equipo de liderazgo. Sin embargo, en cuanto al ámbito global, el 33,3% de los nuevos líderes a nivel mundial admite no sentirse seguro de su propia capacidad para desempeñar su función, mientras que el 31% de los ejecutivos no confían en la capacidad de su equipo para desempeñarse eficazmente. Esto resalta la necesidad de un mayor apoyo y desarrollo en las primeras etapas de liderazgo.
En este sentido, la investigación destaca una realidad dual en nuestro país: aunque el 65% de los líderes españoles afirma sentirse respaldado por sus empresas, un 57% considera que necesita más apoyo para afrontar los retos de su posición. Estos datos subrayan la creciente necesidad de dotar a los líderes de herramientas y recursos adecuados para hacer frente a un entorno empresarial marcado por la innovación tecnológica, la sostenibilidad y la volatilidad del mercado, que exigen una adaptación continua de estrategias y procesos.
Esta situación plantea un reto para las organizaciones, que deben buscar formas de proporcionar un entorno de trabajo más equilibrado y sostenible para sus líderes. En este contexto, el 68,13% afirma que la trayectoria profesional dentro de su organización es clara, aunque un 64,94% considera que necesita más respaldo para superar los desafíos actuales. Contar con programas de desarrollo y apoyo específicos puede marcar la diferencia en la fidelización y el rendimiento del talento directivo, puesto que permite dotar a los líderes de herramientas para gestionar la sobrecarga de trabajo, mejorar su toma de decisiones bajo presión y fortalecer su resiliencia.
Por otro lado, se han identificado obstáculos que limitan la efectividad de los equipos de liderazgo en nuestro país, entre los que destacan la falta de cohesión dentro del equipo de liderazgo senior (26,69%), la implementación deficiente de iniciativas de gestión del cambio (26,69%) y los procesos de toma de decisiones ineficaces (25,90%). A nivel mundial, estos problemas se reflejan en una lista más amplia de barreras clave, que comprenden la falta de claridad sobre los objetivos estratégicos (26,5%), fallos en la ejecución de los planes estratégicos (26%) y la asignación inadecuada de líderes en roles clave (25,6%).
Ante esta situación, resulta clave fortalecer la alineación estratégica de los equipos directivos, implementar metodologías ágiles para la toma de decisiones y desarrollar programas de formación en liderazgo que optimicen la ejecución de los planes empresariales. Para responder a estos desafíos, las empresas están apostando por programas que impulsen el desarrollo de sus ejecutivos y les proporcionen las herramientas necesarias para ejercer un liderazgo sólido que impulse el crecimiento y la estabilidad.
La retención del talento directivo sigue siendo una cuestión clave para las organizaciones. En este sentido, un 31,87% de los líderes indica que más de la mitad de su equipo de liderazgo ha cambiado en el último año. Así, España se encuentra con un nivel de rotación más bajo que la media global: un 43,3% de los líderes afirma que más de la mitad de su equipo de liderazgo ha cambiado en el último año. Para mitigar este impacto, resulta fundamental contar con estrategias de sucesión bien definidas. En España, el 62,95% de los líderes afirma que su organización ha establecido y documentado un plan de sucesión para su puesto. No obstante, esta cifra deja margen para reforzar las iniciativas destinadas a garantizar una transición fluida y eficaz del liderazgo dentro de las compañías.