Aunque con cierto retraso con respecto a Rusia y China, el Ejército de EE.UU. ha entrado oficialmente en la era de los misiles hipersónicos. Las Fuerzas Armadas estadounidenses recibieron el 7 de octubre prototipos de lanzadores remolcados, así como los elementos principales del sistema de misiles hipersónicos de largo alcance LRHW Dark Eagle. También se confirmó que la base conjunta Lewis-McChord, en el estado de Washington, albergará los cohetes correspondientes, que deben volar a velocidades superiores a 5 Mach (cinco veces la velocidad del sonido), indica un comunicado del Ejército.
La unidad aún no ha recibido los misiles reales, pero los lanzadores y otros equipos permitirán a los soldados familiarizarse con varios aspectos del LRHW y con el funcionamiento general de este sistema.
Según comunicados anteriores, el despliegue completo de la primera batería del arma hipersónica de largo alcance terminará en el año fiscal 2023 con la entrega de misiles reales.
El desarrollo de armas hipersónicas involucra a distintas entidades estadounidenses. Mientras que el Ejército trabaja en el desarrollo de un nuevo sistema de largo alcance, la Fuerza Aérea busca crear el misil hipersónico AGM-183 o Arma de Respuesta Rápida de Lanzamiento Aéreo, también conocida como ARRW por sus siglas en inglés o ‘Arrow’, que significa ‘flecha’.
De acuerdo con datos abiertos, el misil combina una unidad de planeamiento hipersónico Common Hypersonic Glide Body (C-HGB) con un acelerador que utiliza un motor de propulsor sólido. El cuerpo de deslizamiento común se probó con éxito en marzo de 2020. La Armada se ha encargado del diseño del cuerpo del misil, mientras que el Ejército tiene a su cargo tecnologías de su producción.