El euro caía el lunes después de que los datos de actividad de las principales economías de la zona euro fueron mucho más débiles de lo esperado, lo que supuso una sacudida para los mercados al comienzo de una semana repleta de reuniones de bancos centrales en las que los inversores esperan subidas de tasas en Europa y Estados Unidos.
La moneda común europea caía un 0,4%, a 1,1083 dólares tras una tranquila sesión en Asia, luego de que los datos de los índices PMI mostraron que la actividad empresarial de la zona euro se contrajo mucho más de lo esperado en julio.
La libra cedía tras los datos de actividad británicos, pero de forma menos drástica y bajaba un 0,1% a 1,2839 dólares.
Los inversores tendrán mucho que analizar esta semana: el miércoles concluye la reunión de la Reserva Federal, un día después la del Banco Central Europeo (BCE) y el viernes la del Banco de Japón, así como los resultados de muchas grandes empresas.
Los inversores esperan que tanto el BCE como la Fed suban las tasas en 25 puntos básicos, y en ambos casos la atención se centra en las señales que envíen en torno a sus reuniones de septiembre. El debilitamiento de los indicadores de inflación podría dar margen a la Reserva Federal para insinuar una pausa.
El Banco de Japón (BOJ) es el banco central con más probabilidades de dar una sorpresa que afecte al mercado, según los operadores, que ven posible un ajuste de su política de control de la curva de rendimientos.
El yen se fortalecía, con el dólar bajando un 0,47% a 141,2 yenes, y el euro bajando un 0,7% a 156,6 yenes.
El viernes pasado, la divisa nipona llegó a caer hasta 141,92 unidades por dólar, después de que Reuters informó que el Banco de Japón se inclinaba por mantener sin cambios su política de control de la curva de rendimientos, aunque los indicadores de volatilidad han repuntado antes de la reunión.
