Julie Kozack, directora de Comunicaciones del Fondo, dijo que es necesario un “plan de estabilización fuerte”
WASHINGTON.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) reiteró que cualquier plan de estabilización para la economía argentina debe tener un fuerte respaldo político, y que la credibilidad y la fortaleza del Banco Central tienen que ser un requisito de ese programa para bajar la inflación, un indicativo de la mirada que el organismo internacional llevará a la mesa de negociación con el gobierno de Javier Milei, que asumirá la presidencia este domingo.
Días antes del cambio de gobierno, la directora de Comunicaciones del Fondo, Julie Kozack, evitó responder preguntas, casi todas las preguntas sobre la Argentina y la futura negociación del organismo con el gobierno de Milei, y leyó una declaración en la que reiteró algunos de los principios con los cuales el Fondo ha machacado durante los últimos años: la necesidad de un plan de estabilización sólido, creíble y con respaldo político.
Kozack recopiló el delicado estado de la economía y dijo que “es necesario un plan de estabilización fuerte, creíble y apoyado políticamente para encarar de forma duradera los desbalances macroeconómicos y los desafíos estructurales de Argentina, y a la vez protegiendo a los más vulnerables”.
Al ser consultada por la independencia del Banco Central, que será dirigido por Santiago Bausili, socio y amigo del futuro ministro de Economía, Luis Caputo, Kozack dijo que la baja de la inflación requiere de un banco central “fuerte y creíble”.
Caputo y Posse tuvieron dos reuniones con el staff del Fondo la semana anterior durante la visita de Milei, y los contactos se han mantenido y se intensificarán tras el cambio de mando. Luego de esas reuniones, el Fondo sumó algo de vértigo a sus habituales mensajes al hablar de la necesidad de fortalecer la estabilidad de la economía “urgentemente”.
“Tuve un encuentro positivo con Nicolás Posse y Luis Caputo”, dijo Gopinath en la red social X. “Discutimos los complejos desafíos que enfrenta Argentina y los planes para fortalecer urgentemente la estabilidad. Nuestros equipos seguirán estrechamente comprometidos en el próximo período”, cerró la número dos del Fondo.
Kozack evitó responder si el futuro gobierno renegociará el programa actual o buscará un programa nuevo. Milei se llevó señales de apoyo de la Casa Blanca en su visita, pero más allá del respaldo del gobierno norteamericano, y de que Milei trae, para muchos, la expectativa de un plan más profundo del que podría haber generado Sergio Massa –quien quemó muchos cartuchos en Washington en su gestión en el Ministerio de Economía, sobre todo en el último tramo–, en Estados Unidos reinan dudas sobre el equipo, la hoja de ruta, su viabilidad, su implementación, y, en última instancia, su probabilidad de éxito.
Una de las dudas es sobre Caputo y su equipo. La designación de Caputo al frente de Economía, y la mudanza de los socios de su consultora, Anker, al Palacio de Hacienda, arraigó la inquietud de sí el flamante funcionario traerá un plan integral, sólido –tal como reclaman el Tesoro y el Fondo–, o si buscará soluciones rápidas respaldado en su expertise para conseguir dólares.
En Estados Unidos creen que la Argentina necesita un programa de estabilización complejo que requiere de una mirada amplia y un diseño fino, y muchos ven a Caputo como un experto en finanzas, y no un economista todoterreno.
El ingreso al equipo de Joaquín Cottani, quien trabajó con Domingo Cavallo, atemperó esas inquietudes, sin alejarlas del todo. Pero la designación de Bausili al frente del Banco Central enfrió las expectativas de una reforma que garantice la independencia del Central, una reforma que había propuesto en campaña Patricia Bullrich, y que algunos economistas han señalado como un pilar vital de cualquier plan de estabilización que recupere la confianza en el peso.