El gasto de los consumidores estadounidenses se desaceleró de forma brusca en mayo, pero la persistencia de fuertes presiones inflacionistas subyacentes podría obligar a la Reserva Federal a reanudar la subida de las tasas de interés el mes que viene.
El gasto de los consumidores subió un 0,1% el mes pasado, según informó el viernes el Departamento de Comercio. Los datos de abril se revisaron a la baja para mostrar una aceleración del gasto del 0,6%, en lugar del 0,8% anunciado anteriormente.
Los economistas consultados por Reuters habían pronosticado que el gasto de los consumidores, que representa más de dos tercios de la actividad económica estadounidense, aumentaría en un 0,2%.
El pequeño alza del mes pasado implica que el gasto de los consumidores se moderó en el segundo trimestre, tras aumentar a su ritmo más rápido en casi dos años en el periodo enero-marzo. No obstante, es probable que este ritmo siga siendo suficiente para mantener la expansión de la economía.
El fuerte gasto de los consumidores contribuyó al ritmo de crecimiento anualizado del 2% de la economía el pasado trimestre, desafiando los temores a una recesión debido a los fuertes aumentos de tasas de la Fed.
Los positivos datos de mayo, que incluyen el crecimiento del empleo, la construcción de viviendas y los pedidos de bienes manufacturados de larga duración, han llevado a los economistas a esperar que el crecimiento del Producto Interno Bruto del segundo trimestre se acerque al ritmo del primero. La Fed de Atlanta estima en la actualidad que el PIB aumentará a un ritmo del 1,8% este trimestre.
El gasto de los consumidores sigue respaldado por los fuertes incrementos salariales en un mercado laboral tenso. No obstante, las perspectivas son menos favorables, ya que se cree que la mayoría de los hogares con menores ingresos han agotado los ahorros acumulados durante la pandemia de COVID-19.
Alrededor de 26,6 millones de estadounidenses con préstamos federales para estudiantes empezarán a pagar intereses en octubre, cuando finalice una moratoria de más de tres años. Morgan Stanley (NYSE:MS) calcula que el golpe a los ingresos de que disponen los hogares podría reducir el gasto de consumo ajustado a la inflación en unos 10 puntos básicos este año y recortar siete puntos básicos del crecimiento del PIB.
El índice de precios de los gastos de consumo personal (PCE) aumentó un 0,1% en mayo, tras avanzar un 0,4% en abril. En los 12 meses transcurridos hasta mayo, la medida mejoró un 3,8%, tras subir un 4,3% en abril.
Excluyendo los volátiles componentes de alimentación y energía, el índice de precios PCE subió un 0,3% tras ganar un 0,4% el mes anterior. El denominado índice de precios PCE subyacente aumentó un 4,6% interanual en mayo, tras avanzar un 4,7% en abril. La Fed está muy atento a esta medida para alcanzar su objetivo de inflación del 2%.
