El ministro británico de Economía, Jeremy Hunt, ha descartado bajadas significativas de impuestos este año, como le reclama su propio Partido Conservador, ya que el objetivo es “redoblar” la lucha contra la persistente inflación.
En una entrevista publicada este sábado por el diario “Financial Times”, el llamado canciller del Exchequer aseguró que no “inyectará miles de millones de libras de demanda adicional” en la economía británica, lo que solo “complicaría la batalla contra la inflación”.
Hunt reconoció que contener el alza de los precios está resultando “más complejo” de lo que el Gobierno del “tory” Rishi Sunak creía, lo que dificulta el cumplimiento de su promesa de bajar la inflación a la mitad a final de año.
El pasado mes de mayo la inflación se mantuvo por segundo mes consecutivo en el 8,7 % interanual, lo que obligó al Banco de Inglaterra a subir medio punto los tipos de interés, hasta el 5 %, el nivel más alto en 15 años.
En la entrevista, el ministro reclamó a las empresas que no eleven los precios y les recordó que tienen “una responsabilidad moral” con los clientes en un momento de crisis del coste de la vida.
“Hay ocasiones en las que reconstruir el margen es legítimo y hay ocasiones en las que hay que pensar en su impacto sobre los clientes”, aseveró.
Pese a que varios diputados conservadores han instado al Ejecutivo a recortar impuestos de cara a las elecciones previstas para el año que viene, Hunt se resistió a seguir esa senda pese a reconocer que esto ya le está suponiendo recibir críticas políticas.
Del mismo modo, pese a las grandes movilizaciones en el sector público en los últimos meses, el canciller descartó aceptar subidas superiores al 6 % para sus empleados.
Hunt presentará este lunes en la City (distrito financiero) de Londres las llamadas “reformas de Mansion House” para conseguir que miles de millones de libras en fondos de pensiones vayan dirigidas a compañías emergentes de rápido crecimiento.
