La incertidumbre vuelve a ser palpable en los mercados financieros. El aumento de la tensión en Oriente Próximo por la guerra en Gaza hace que este viernes predominen las ventas en activos considerados de más riesgo, como la bolsa, mientras se imponen las compras en otros más seguros (o refugio), como los bonos soberanos. En el caso del petróleo, aunque suele ser visto como un activo arriesgado, hoy aumenta la demanda y los precios suben con fuerza, alrededor de un 4%. ¿Por qué? Porque la tensión geopolítica en Oriente Próximo hace que aumenten las posibilidades de que haya problemas de suministro de crudo a corto plazo y, por tanto, menos oferta. Además, si más actores acaban participando en la guerra, la economía mundial podrá verse golpeada, advierten los expertos.
Por si esto fuera poco, Estados Unidos ha impuesto más sanciones para cortar las ventas de crudo de Rusia. En concreto, Washington sancionó el jueves a dos compañías navieras que, según dijo, violaron el tope de precios del petróleo del G7, un mecanismo diseñado para mantener un suministro fiable de flujos rusos en el mercado y, al mismo tiempo, frenar la maquinaria bélica del Kremlin en Ucrania.
“Esta acción subraya el compromiso del Departamento del Tesoro con sus socios internacionales para reducir de manera responsable los beneficios petroleros del gobierno ruso y limitar la maquinaria bélica rusa”, aseguró el Departamento del Tesoro estadounidense en un comunicado recogido por CNBC.
Al mismo tiempo, otra guerra, la Israel y Hamás (Movimiento de Resistencia Islámica), continúa. El conflicto sigue escalando desde que el sábado la organización paralimitar yihadista llevó a cabo un ataque sin precedentes en distintos puntos de la frontera de la Franja de Gaza con el Estado hebreo.
Desde entonces, la tensión entre las dos partes no ha parado de elevarse, con una respuesta casi inmediata y dura de Israel que, entre otras cosas, ha cortado el suministro de agua, electricidad y alimentos a los millones de personas que viven en Gaza. Y este viernes Tel Aviv ha dado un plazo de solo 24 horas para evacuar a las más de un millón de personas que residen en la parte norte de dicha región. La Organización de Naciones Unidas (ONU) ha advertido que es “imposible que tal movimiento tenga lugar sin consecuencias humanitarias devastadoras”.
El Brent, por encima de 89 dólares el barril
Así las cosas, ante la guerra en Oriente Próximo y la mayor probabilidad de un riesgo de problemas de suministros de petróleo a nivel mundial, los precios del oro negro suben con fuerza.
Tanto el barril de Brent, de referencia en Europa, como el West Texas (WTI) americano repuntan en torno al 4%, por encima de 89 y 86 dólares, respectivamente. El lunes ya experimentaron un movimiento similar después del primer ataque de Hamás a Israel. En todo caso, ambas referencias de crudo se encuentran todavía por debajo de los máximos del año que marcaron a finales del mes pasado.
Un riesgo “real” para la economía mundial
En un análisis publicado este viernes, desde Bloomberg alertan que el sangriento enfrentamiento entre Israel y Hamás “puede perturbar la economía mundial e incluso llevarla a la recesión si se ven implicados más países”. Ya han muerto miles de personas de ambos bandos, la mayoría civiles.
El riesgo “es real, ya que el ejército israelí se prepara para invadir Gaza”, aseguran Ziad Daoud, Galit Altstein y Bhargavi Sakthivel, economistas de la agencia de noticias estadounidense. Existe la preocupación de que las milicias de Líbano y Siria que apoyan a Hamás se unan a los combates.
“Una escalada más brusca podría llevar a Israel a un conflicto directo con Irán, proveedor de armas y dinero a Hamás, al que Estados Unidos y la Unión Europea han designado grupo terrorista”, anticipan estos expertos. De darse este escenario, Bloomberg Economics calcula que los precios del petróleo podrían dispararse hasta 150 dólares el barril y el crecimiento mundial caer hasta el 1,7%.
Sin embargo, otros analistas ven una amenaza menor. “Ni la guerra con Líbano en 2008 ni las diferentes guerras en Gaza que siguieron después tuvieron un impacto mensurable en los precios del petróleo. Vemos que el mercado del petróleo vuelve a sus tendencias anteriores, debatiéndose entre la relajación de la escasez de oferta y el estancamiento de la demanda”, escribe en un comentario Norbert Rücker, de Julius Baer, quien insiste en que las implicaciones del actual conflicto en el crudo son “limitadas” y, por tanto, ve los precios “a la baja” de cara al futuro.