Si el primer trimestre del año ha estado marcado por algo es por las crecientes tensiones comerciales a nivel global. La llegada del republicano Donald Trump a la Casa Blanca ha puesto patas arriba el orden mundial, con una escalada arancelaria que amenaza con golpear todas las economías, incluida la eurozona. Sin embargo, por el momento, los países del euro superan las expectativas. La economía de los Veinte creció por encima de lo esperado entre enero y marzo, con una expansión del Producto Interior Bruto (PIB), del 0,4%, pese a los múltiples tiras y afloja con Estados Unidos.
Según los datos publicados este miércoles por la oficina europea de estadística, Eurostat, en el primer tramo del año, la economía de la eurozona ha experimentado un impulso del 0,4%, por encima del 0,2% que esperaban los analistas. Por encima, también de ese ligero aumento del 0,2% con el que cerró el año pasado. A nivel de Veintisiete, el PIB ha registrado un alza del 0,3%, un poco por debajo de ese avance del 0,4% que anotaba a finales del 2024.
No son pocas las voces que en los últimos meses han venido pronosticando que las tensiones con el que es el mayor socio comercial de la UE abocarían inevitablemente a una rebaja de los pronósticos de crecimiento. Una perspectiva que todavía podría cumplirse en los próximos trimestres por una caída en la confianza de los mercados, una bajada en las exportaciones como consecuencia de los nuevos gravámenes y un comportamiento más conservador por parte de los consumidores.
De momento, las principales economías del euro se muestran en buena forma. España se vuelve a situar como el país que más crece entre los grandes del euro, con un avance del PIB del 0,6% entre enero y marzo. Una cifra que recorta ligeramente el crecimiento registrado a finales de 2024, con una expansión del PIB del 0,7%.
El motor económico de la zona euro, Alemania, muestra signos de recuperación. El PIB germano registró un avance del 0,2% en el primer trimestre del año. Si bien la cifra se sitúa por debajo de la media de la eurozona y de la UE, mejora esa contracción del 0,2% del último tramo del 2024. Berlín, no obstante, como una de las economías más expuestas a Estados Unidos, podría no seguir esta deriva en los próximos meses del año. Especialmente por la afectación de los aranceles en su potente sector del automóvil.
Al mismo tiempo, otra que vuelve a mostrar signos de recuperación económica es Francia. El PIB galo registró un crecimiento del 0,1 en el primer trimestre del año, pese al recorte del 0,1% con el que cerraba el pasado ejercicio. Italia, por su parte, supera las expectativas de crecimiento con un empuje del 0,3% del PIB en el primer tramo del ejercicio, que encadena con un repunte del 0,2% en el último trimestre del 2024.
En un análisis del conjunto de la UE, España se sitúa como el segundo país que más crece. Le supera Irlanda, con un avance del 3,2% del PIB entre enero y marzo y empata en segunda posición con Lituania, ambos con un crecimiento del 0,6%. Al otro lado de la balanza, la economía húngara continúa rezagada. El país magiar es el único de los Veintisiete en anotar un retroceso en comparación al trimestre anterior, con un recorte del 0,2% del PIB en el primer trimestre.
El dato publicado por Eurostat muestra un buen comportamiento de la economía holandesa, cuyo PIB experimentó un ligero crecimiento del 0,1% en el primer trimestre. La cifra se replica en el caso de Finlandia y de Estonia y es ligeramente superior en Austria, con un repunte del 0,2%.
En todo caso, está por ver el impacto de la escalada arancelaria en las economías del euro. A priori, las perspectivas económicas dibujadas para este ejercicio se verán reducidas en un 0,2% según los datos analizados por la Comisión Europea. Sin embargo, hay analistas que hablan de que el club del euro podría entrar en recesión. Las perspectivas arrojan también un impacto sobre la inflación, que podría repuntar al verse incrementados los precios de las importaciones y por las roturas en la cadena de suministro.
