El Partido Popular se constituye ahora en escenario de maniobras que buscan cambios en su área económica. Hasta el punto de que el nombre de Alberto Nadal (exsecretario de Estado de Energía, primero, y de Presupuestos y Gastos, después) en los Gobiernos de Mariano Rajoy, se perfila como el nuevo vicesecretario de Economía del partido.
En la posible sustitución de Juan Bravo, actual portavoz económico, juega un factor determinante, el deseo del propio Alberto Nadal de regresar a España y, más concretamente, a la política activa. Pero, y más importante, juega la tendencia de un ala del partido de recuperar a las figuras económicas de la época de los Gobiernos de Rajoy.
Algunas fuentes señalan que Alberto Núñez Feijóo tiene muy en cuenta las opiniones que llegan desde la Fundación Reformismo 21, un think tank del actual PP, en el que el economista y expolítico de Ciudadanos Luis Garicano tiene mucho peso. La Fundación ha negado a elEconomista.es haber propuesto a nadie a la cúpula.
El exsecretario de Estado ha visto en el fin de la vigencia de su cargo este mismo año como director ejecutivo en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con sede en Washington, una oportunidad para regresar al ruedo político español y posicionarse. Además, en su caso se conjuga otro elemento de carácter más personal: su mujer, Eva Valle, fue nombrada directora general de Relaciones Institucionales, Europeas y Transparencia del Banco de España el pasado mes de diciembre. Valle también trabajaba en la capital norteamericana, en el Banco Mundial, por lo que en breve nada atará al matrimonio a Washington y sí a Madrid.
En el Partido Popular, no obstante, hay división de opiniones respecto a la posible vuelta de Nadal. En primer lugar, el actual vicesecretario económico, Juan Bravo, está muy bien considerado por su trayectoria tanto profesional como política. A este miembro del Cuerpo Superior de Inspectores de Hacienda del Estado se le considera, nada menos, que el autor del “milagro económico de Andalucía” en tanto que consejero de Hacienda de la Junta que preside Juan Manuel Moreno. Al hacerse cargo Núñez Feijóo de las riendas del PP, llegó a Génova a hacerse cargo del área económica. Cuenta con simpatías en ciertas corrientes del partido por sus propuestas liberales en materia económica, que se resumen en esta línea fundamental: “Crear riqueza a base de bajar impuestos y reducir, o al menos no engordar, el gasto público”. Para muchos populares esta es la receta por antonomasia para crear prosperidad.
Para otros, por el contrario, peca de tibieza y piden que se abra camino a una figura con más fuerza política. La más reciente prueba de fuego para Bravo se desarrolla, precisamente, en estos momentos. No en vano es el interlocutor del PP en las negociaciones con el Gobierno, a través del ministro de Economía Carlos Cuerpo, para acordar el plan comercial antiaranceles anunciados por Estados Unidos. No todos en el primer partido de la oposición creen necesario negociar con el Ejecutivo, “porque eso supone darle alas”, y mucho menos quieren apoyar el decreto-ley que recoge las medidas. Uno de estos opositores es el portavoz parlamentario, Miguel Tellado, quien llegó a anunciar la ruptura de las negociaciones por las concesiones a Junts, lo que dio lugar durante horas a confusión sobre la actitud del PP ante las medidas antiaranceles.
Hay que tener en cuenta, además, que Juan Bravo forma parte de la cuota andaluza, pero en un segundo plano, por detrás del todopoderoso Elías Bendodo. Mientras, Tellado es el hombre de confianza que Feijóo se trajo de Galicia, donde era su mano derecha desde hace muchos años. Al margen de las luchas personales, lo que subyace es qué actitud tiene que tomar el partido en el futuro económico. No faltan, según fuentes bien informadas, los que abogan por recuperar al equipo que formó Mariano Rajoy para llevar la economía en la crisis de 2008 y superar unas históricas turbulencias financieras. En este equipo los hermanos Nadal, Alberto y Álvaro (éste último ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital) fueron piezas fundamentales, como lo fueron para el propio expresidente Rajoy.
En el PP, el desmentido es rotundo. “La dirección nacional del partido desmiente que Alberto Nadal vaya a sustituir a Juan Bravo”, aseguraron ayer a elEconomista.es. desde Génova. Y recuerdan que Nadal ya formó parte de la cúpula del PP en la época del expresidente Pablo Casado y tras el cambio en la cúpula, “optó por irse al extranjero”. Fuentes populares no dejan de mostrar su preocupación, ya que este relevo “podría suponen un ataque al liberalismo económico que defendemos”.