Vicente Nieves

Nigeria es uno de esos países que ha sido ‘bendecido’ con cantidades ingentes de materias primas en su territorio. Entre ellas, destaca el petróleo. Nigeria cuenta con las segundas mayores reservas probadas de petróleo de toda África, un crudo que, además, se encuentra muy cerca de la superficie terrestre y que, por tanto, no es demasiado costoso de extraer. Por si fuera poco, este país también cuenta con salida al mar, algo de lo que no pueden presumir todos los países africanos con crudo. Sin embargo, Nigeria no ha sido plenamente capaz de explotar sus recursos y mucho menos de lograr que los beneficios obtenidos sirvan para mejorar la vida del conjunto de la población. Siendo un país rico en petróleo, lleva años importando gasolina, diésel y otros derivados, esta es su gran paradoja (golpeando el saldo de la balanza por cuenta corriente). Ahora, con la apertura de la refinería más grande de África, Nigeria busca cambiar su destino. Esta gran refinería se ha convertido en la gran esperanza del sector petrolero y de la economía.

La refinería de petróleo más grande de África ha comenzado a funcionar en Nigeria, según ha publicado la propia compañía, poniendo fin a una espera de años por una planta que, según explican los analistas el lunes, podría aumentar la capacidad de refino en una región que depende en gran medida de los productos petrolíferos importados. Esta refinería privada es propiedad del hombre más rico de África, el empresario nigeriano Aliko Dangote. Está situada en las afueras de Lagos, el centro económico de Nigeria, donde opera junto a una planta de fertilizantes.

La finalización de este gran proyecto se ha hecho esperar, con años de complicaciones y retrasos que han impedido a Nigeria recuperar el poder que un día tuvo en la industria del refino. Los retrasos en las obras ante el incumplimiento de plazos de las empresas construían este gigante han provocado un exceso de costes, que ha desembocado en un fuerte incremento de los pasivos, incluidas deudas, intereses de préstamos, ingresos diferidos y gastos acumulados.

Finalmente, es fin de semana, la refinería de petróleo de Dangote comenzó a funciones. Este es un ambicioso proyecto de refinería integrada con una capacidad para refinar 650.000 barriles por día. A día de hoy, esta es la refinería de petróleo más grande de África y la instalación de tren único más grande del mundo (esto quiere decir que la planta tiene un sistema de destilería integrado que puede producir una variedad de productos y petroquímicos, en lugar de tener diferentes unidades para cada tipo de producto), lo que debería generar sinergias y permitir una producción de derivados de forma eficiente.

La infraestructura de oleoductos de la refinería de petróleo de Dangote es la más grande del mundo, con 1.100 kilómetros para manejar los flujos 3.000 millones de pies cúbicos estándar de gas por día, según señala la propia empresa que gestionar este gigante del refino de petróleo. ‘En teoría’, la refinería cubrirá el 100% de las necesidades nigerianas de todos los productos refinados y también tendrá un excedente de cada uno de estos productos para exportar.

Un país rico en petróleo que necesita gasolina

La expresión ‘en teoría’ es porque Nigeria es un país que lo tenía todo para ser una potencia petrolera que pudiera plantar cara a los países de Oriente Medio y hasta la fecha solo ha sido un espejismo de lo que prometía ser. Nigeria llegó a producir hasta 2,5 millones de barriles de petróleo por día, pero los sabotajes, la corrupción y la falta de estrategia e inversión han provocado que su bombeo caiga hasta los 1,2 millones de barriles diarios de crudo.

La historia del rey africano del petróleo es cuando menos curiosa. Nigeria es uno de los principales productores de petróleo de África, pero importa productos refinados del petróleo para su propio uso. El sector nacional de petróleo y gas natural ha tenido problemas durante muchos años, y la mayoría de sus refinerías estatales operan muy por debajo de su capacidad debido al mantenimiento deficiente.

David Omojomolo, economista de Capital Economics, explica en un informe que “la producción del sector de refinerías de petróleo de Nigeria ha estado en un declive terminal, inflando la factura de las importaciones de combustible en un momento en que la economía ya sufre una escasez de divisas fuertes. La nueva refinería de Dangote y los planes más amplios del presidente Tinubu para reactivar el sector de refinación conducirían a una modesta mejora en la balanza comercial. Pero estas no son soluciones milagrosas. Las reformas políticas, en particular permitir que la naira alcance su valor justo, siguen siendo soluciones a largo plazo a los problemas de la balanza de pagos de Nigeria”, advierte este experto.

Coincide incluso en las palabras y expresiones Olufola Wusu, un experto en petróleo y gas que formó parte de un equipo que ayudó a revisar la política nacional de gas de Nigeria: “La refinería de Dangote no es una solución milagrosa”, para la crisis energética de Nigeria. “Pero es una excelente manera de reactivar el sector… y ayudará a que Nigeria pase de ser un importante importador de productos refinados de petróleo a ser autosuficiente en capacidad de refinación nacional”.

El pasado siempre fue mejor para Nigeria

Nigeria fue durante años una importante refinería de petróleo a nivel mundial. Su primera refinería de petróleo fue construida por Shell-BP en 1965 en Port Harcourt, comenta el experto de Capital Economics. El gobierno compró la refinería en 1978 e invirtió dinero para generar capacidad adicional de refino y abrir nuevas plantas. Sin embargo, ese fue el principio de la pesadilla del sector del refino en este país de África. Una vez que la gestión comenzó a ser pública, la inversión y la planificación de la refinería comenzó a hacer aguas. Estas refinerías sigue existiendo y está dirigida por la empresa petrolera estatal NNPC (Nigerian National Petroleum Corporation).

“Sin embargo, durante gran parte del pasado reciente, estas refinerías han estado efectivamente cerradas. La utilización en las refinerías nigerianas era cercana al 70% a mediados de los años 1980, aproximadamente en línea con la de otros miembros de la OPEP. Las últimas cifras muestran que la utilización fue solo del 1% en 2022″, señala Omojomolo.

“Peor aún, esta producción mínima se atribuye principalmente a las refinerías modulares privadas. Las razones del dramático descenso son numerosas. Ha habido una erosión constante de la autonomía del NNPC y el gobierno ha demostrado ser ineficaz para mantener las plantas antiguas. Al mismo tiempo, el aumento del vandalismo y el robo en los oleoductos y productos derivados del crudo ha reducido los ingresos potenciales”, sentencia este experto.

Años de mala producción han coincidido con una creciente demanda interna de productos derivados del petróleo, principalmente en forma de gasolina. Esto ha generado una factura de importaciones cada vez mayor en Nigeria, lo que ha golpeado el saldo de la balanza por cuenta corriente (principalmente exportaciones menos exportaciones).

Erosión de la balanza de pagos

La dependencia de Nigeria de las importaciones ha puesto su balanza de pagos en una situación compleja, cuando lo normal es que un país relativamente pobre y con mucho petróleo presentase un saldo positivo: “Es cierto que, en igualdad de condiciones, una menor producción de refinados supone más petróleo crudo para exportar. Pero los precios de los productos refinados del petróleo han aumentado en relación con los precios del crudo durante los últimos tiempos, lo que significa que los términos de intercambio de Nigeria han empeorado“, sentencia el experto de Capital Economics.

Lograr producir tu propio petróleo y, además, refinarlo permite que todo el valor añadido que se genera en cada etapa se quede o, al menos, tenga un impacto positivo en la economía del país. Los países que solo exportan crudo pierden esa parte que se obtiene a través del refino de crudo. Con todo, esta gran refinería pretende poner fin a la paradoja de Nigeria y cambiar la historia del país.

La inversión para levantar esta instalación ha sido de 19.000 millones de dólares. La refinería ha comenzado a producir diésel y combustible de aviación desde este pasado sábado, según la empresa Dangote Petroleum Refinery. Ante el tamaño y la propiedad privada de la refinería, este proyecto “cambia las reglas del juego para nuestro país”, aseguran desde la empresa que gestiona la planta de refino.