Las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania han sido a nivel mundial. El causante de este conflicto armado, Rusia, había contenido hasta ahora los efectos. Sin embargo, parece que la situación ha cambiado. Esta semana se ha conocido que la moneda rusa, el rublo, ha caído a mínimos desde abril de 2022.
Antes de la guerra, el valor rondaba los 70 rublos por dólar. Desde entonces, no ha hecho más que variar. En marzo de 2022 alcanzó su pico más bajo: 143 rublos por dólar. Un mes después estaba en 83 rublos por dólar y en marzo de 2023 superó ligeramente los 80 rublos por dólar, su nivel más bajo desde primavera de hace un año.
¿Cuáles han sido las causas? En primer lugar, se encuentra el factor de la especulación de la petrolera Shell, que podría sacar 1.000 millones de dólares en ingresos en rublos procedentes de la venta de un proyecto en Extremo Oriente. Un movimiento que todavía no se ha confirmado, pero que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, habría aprobado, según el Kommersant.
El Kremlin ha creado una comisión especial para aprobar la venta de activos por parte de las empresas extranjeras. Pese a ello, el país ha perdido entre 15.000 y 20.000 millones de dólares, según estimaciones de Bloomberg.
Por otra parte, Putin admitió la semana pasada las consecuencias negativas de las sanciones occidentales. “Las restricciones ilegítimas impuestas a la economía rusa pueden tener un impacto negativo a medio plazo”, afirmó. Posteriormente, recalcó que pese a ello el mercado del país continuaba siendo resistente, siendo ellos los más afectados por la subida de precio de la energía.
También apuntó que Rusia estaba creciendo gracias, en parte, a la colaboración de China y algunos países de África. De hecho, las estimaciones preliminares del gobierno ruso muestran que la producción económica se contrajo un 2,1% el año pasado, un dato más limitado de lo que muchos economistas pronosticaron inicialmente.
Según señala la CNN, aunque China ha lanzado al Kremlin “un salvavidas económico” comprando energía rusa y proporcionando una alternativa al dólar estadounidense, se empiezan a registrar los efectos del conflicto con una caída de los ingresos del gobierno del 35% en enero en comparación con el año anterior. Mientras, los gastos se dispararon un 59%, dando lugar a un déficit presupuestario de unos 1.761.000 millones de rublos (23.300 millones de dólares).