El Santander vira en su política comercial sobre el ahorro de clientes. El banco ha retirado la comisión con que penalizaba los fondos que mantenían los clientes en cuentas corrientes o de ahorro cuando el saldo excedía los 25.000 euros y con la que “invitaba” al ahorrador a movilizar sus recursos hacia productos como planes de pensiones y fondos de inversión.
La retirada de esta penalización comenzó a comunicarla a sus clientes vía carta a mediados de marzo, antes de que estallase la inestabilidad financiera actual por la caída del Silicon Valley Bank (SVB) y se haya cerrado la venta urgente de Credit Suisse a su rival UBS para evitar el colapso también del banco suizo.
Se trata de un cargo que puede alcanzar los 240 euros al año (20 euros al mes) si el cliente carece de vinculación con el banco. Para bajar a 120 euros esta tasa o, incluso, no repercutirla exigía que lleve la nómina o los ingresos por pensión al Santander, domicilie recibos, contrate algunos de los productos de financiación, ahorro o protección de la entidad o, incluso, cuente en su poder con un mínimo de 1.000 acciones del Santander.
La banca comenzó a penalizar los altos saldos de clientes hace más de tres años ante el prolongado escenario de bajos tipos de interés ya que el Banco Central Europeo (BCE) cobraba a las entidades un 0,50% por el exceso de liquidez que dejaban en su ventanilla. Para evitar esa situación y el impacto directo sobre su rentabilidad del cargo del banco central, las entidades empezaron a cobrar a clientes corporativos e institucionales a partir de 2019 y solo levantaron dichos cargos en 2022, una vez que el organismo liderado por Christine Lagarde empezó a subir tipos en julio del pasado año.
En el caso de los clientes minoristas no se generalizó un cobro directo de comisiones por tener dinero en depósito o cuentas, aunque sí la estrategia de penalizar con tasas a los clientes menos vinculados para evitar ese deterioro en rentabilidad y lograr una mayor venta cruzada.
Las diez mayores entidades financieras del país llegaron, de hecho, a cobrar 140 euros de media al año en comisiones a los clientes menos rentables, es decir, aquellos que no cumpliesen con unas condiciones de vinculación como tener nóminas y tarjetas, con un uso mínimo anual, o productos de inversión como fondos o de previsión, como seguros.
A pesar de que el BCE ha escalado ya los tipos de interés hasta el 3,5%, la gran banca no ha recuperado la retribución del ahorro vía depósitos todavía y apenas hay ofertas de cierto atractivo en bancos extranjeros o entidades online. La decisión del Santander redundaría en una mejora del pasivo, pero simplemente con la despenalización de la tenencia del ahorro.
Lo hace en un contexto donde el supervisor ha demandado de forma pública en numerosas ocasiones a las entidades que retribuyan el ahorro, aunque el sector descarta recuperar las retribuciones por la abundancia de liquidez existente en el sistema.
La retirada del cobro de comisiones permitirá a sus clientes tener cuantías superiores a los 25.000 euros en cuentas corrientes y de ahorro y depósitos a plazo fijo. Aunque los grandes bancos creen que la retribución al depósito tardará aún en generalizarse, son conscientes de que la batalla puede empezar cuando alguna entidad de gran tamaño abra la veda.