La importación mundial de gas natural licuado (GNL) en 2022 alcanzó niveles récord al llegar a los 409 millones de toneladas. El año anterior la cifra fue de 386,5 millones, informa Reuters citando los datos de la empresa de servicios financieros Refinitiv.
Sin embrago, este crecimiento se concentró en los países europeos más ricos en contraste con los países asiáticos más pobres. De hecho, la dinámica anterior, en la que el crecimiento de la demanda de GNL procedía de los países en desarrollo de Asia, se invirtió por completo el año pasado tras un aumento de los precios al contado del gas.
Según datos de la empresa analítica Kpler, también citados por Reuters, las importaciones de China cayeron un 19,4 % desde 2021, hasta el punto que se vio superada por Japón como mayor comprador de la región. Sin embargo, Japón y países como India, Pakistán y Bangladesh también redujeron sus compras de GNL. En conjunto, las importaciones del continente descendieron a 263,76 millones de toneladas, frente a los 282,08 millones del 2021.
Por su parte, las importaciones europeas de GNL alcanzaron su máximo histórico en 2022. Aumentaron un 59 % el año pasado, hasta los 124,93 millones de toneladas, frente a los 78,55 millones del 2021. Este aumento fue impulsado por la voluntad de los países europeos de alejarse del gas ruso transportado por gasoductos en medio del conflicto en Ucrania.
Además, es probable que la dinámica establecida en 2022 persista en 2023, afirma Reuters. Europa mantendrá altos niveles de importaciones de GNL, elevando así los precios, mientras que los países asiáticos en desarrollo recurrirán más al carbón para la generación de electricidad. Además, la reapertura de China al mundo desde su política de ‘cero covid’ puede impulsar aún más la demanda, especialmente en la segunda mitad del año.