Millones de estadounidenses desempleados que han dependido de la ayuda federal como sustento financiero están a punto de perder esos beneficios, justo cuando la variante Delta del coronavirus representa una nueva amenaza para la economía y el mercado laboral.
Dos programas de ayuda extra a los desempleados por la pandemia en Estados Unidos expirarán el próximo lunes 6 de septiembre. Como resultado, más de diez millones de personas perderán esos pagos semanales, según una estimación de Oxford Economics.
Un total de 25 estados ya han terminado el suplemento semanal de 300 dólares adicionales y casi todos también han detenido los dos programas federales de emergencia, poniendo fin a los pagos para alrededor de 3,5 millones de personas, estima Oxford Economics.
Estos territorios, dirigidos por republicanos, con excepción de Louisiana, consideraron que la ayuda federal complementaria desanimaba a los desempleados de aceptar trabajos. De hecho, las ofertas a nivel nacional volvieron a marcar récord de 10,1 millones en junio.
Menos solicitudes de subsidios
Los recortes se producen cuando el número de personas que solicitaron ayuda por desempleo se redujo en 14.000 la semana pasada a 340.000, dijo el jueves el Departamento de Trabajo, el nivel más bajo desde que estalló la crisis por el Covid-19 en marzo del año pasado.
Los actuales programas ampliados de ayuda para el desempleo fueron aprobados por el Congreso dentro del paquete de rescate financiero promulgado en abril de 2020 y fueron prorrogados por el presidente Joe Biden en marzo pasado. Sin embargo, la Casa Blanca recalcó que las ayudas eran temporales y advirtió días atrás que no buscaría extenderlas.
Los legisladores esperaban que, para septiembre, con más estadounidenses vacunados y empleadores intensificando la contratación, la pandemia se desvanecería y la economía se recuperaría por completo.
Pero si bien la economía mejora, a los economistas les preocupa que la variante delta del coronavirus pueda ralentizar la contratación.