Luego que en el 2021 la industria pesquera contribuyó con más de 2,300 millones de dólares en la exportación de harina y aceite de pescado, registrando un incremento de 60% frente al 2020, la Sociedad Nacional de Pesquería proyecta que los despachos para el 2022 se ubicarían por encima de los 2,000 millones de dólares.
Así lo señaló Eduardo Scerpella, presidente de Pacific Control. Indicó que el Perú es el mayor exportador de harina de pescado, por ende, somos el país con mayor conocimiento del rubro pesquero, líder en producción y exportación a nivel global, y para mantener el liderazgo se trabaja con todos los estándares de calidad e inocuidad exigidos a nivel mundial.
Detalló que según el BCR el precio de harina de pescado se situó en el 2019 en 1,434.6 dólares por tonelada métrica ™, el 2020 en 1,368.7 dólares y 2021 en 1,493.6 dólares. Asimismo, según datos de la Sociedad Nacional de Pesquería las capturas: (extracción de anchoveta) en el 2021 se registraron 5 millones 100,000 tm y en la primera temporada del 2022 fueron 2 millones 47,000 tm.
“Existe una demanda creciente de alimentos para principalmente la avicultura, el consumo en harina y aceite de pescado de los países se incrementa y por lo tanto se incrementa la demanda de productos de mayor calidad proteica para la avicultura y hace que los precios se mantengan al alza”, refirió Eduardo Scerpella.
“Los países son conscientes que se debe mantener el ecosistema y los empresarios del sector se han auto impuesto controles y sistemas que permiten conservar la biomasa en el tiempo, eso determina que la oferta de este producto sea estable pero cada vez de mayor valor, que es justamente donde la industria actualmente está invirtiendo, en darle mayor valor agregado al producto”, agregó.
El especialista explicó que el impacto que tuvo el covid-19 en la exportación de harina y aceite de pescado fue en el proceso de embarque, debido a que se bloqueó el ingreso de contenedores al mercado de China.
Señaló que la producción de harina se adecuó rápidamente al protocolo sanitario del covid-19 y se respetó el programa anual de pesca.
Entre las dificultades que presentan actualmente las empresas peruanas en las certificaciones que realizan para las exportaciones de harina de pescado se encuentran que la trazabilidad no está sistematizada, demoras en emisión del certificado sanitario y la demora en la corrección de la documentación de certificación sanitaria.
“Unas de las mejoras que se debe trabajar en el proceso de certificaciones y controles requeridas por las empresas peruanas para la exportación de harina y aceite de pescado es la sistematización de toda la cadena productiva, para que se pueda ver la trazabilidad del producto en tiempo real. Las empresas productoras de harina pescado que no cuentan con las certificaciones no pueden atender el mercado internacional. Por ende, su demanda se limita al mercado local”, dijo Scerpella.
Mencionó que el objetivo principal de las certificaciones es garantizar el control y la calidad de la harina de pescado con la finalidad de obtener un producto inocuo con un alto valor nutricional. Los factores críticos en el control de calidad son la frescura de la materia prima, temperatura de exposición durante el procesamiento, estabilidad de la grasa e higiene.