El mayor exportador de arroz del mundo se está planteando endurecer las restricciones a las exportaciones del cereal prohibiéndolas para todas aquellas variedades que no sean Basmati como medida para controlar la inflación en el país. El clima extremo está poniendo en jaque las cosechas y el Gobierno indio está buscando la forma de impedir un aumento desorbitado de los precios, como ha ocurrido con el tomate.
La medida de India amenaza con aumentar aún más los precios mundiales pero busca controlar los precios internos, que se han disparado a máximos de dos años ante el temor de que la vuelta del fenómeno El Niño dañe los cultivos. Los precios minoristas del arroz en Delhi han subido un 15% en el año, mientras que el precio medio nacional ha anotado un alza del 8%, según datos del Ministerio de Alimentación.
El arroz es un alimento básico para aproximadamente la mitad de la población mundial, con Asia como consumidor principal (alrededor del 90% del suministro mundial). De implementarse, la prohibición afectaría a alrededor del 80% de las exportaciones de arroz.
Cabe recordar que India suministra el cereal a más de 100 países, con Benín, China, Senegal, Costa de Marfil y Togo entre sus principales clientes. Algunos importadores como Indonesia, China y Filipinas han estado almacenando arroz de forma masiva este año. Las previsiones de El Niño en el Pacífico tropical apuntan, por primera vez en siete años, a sequías en regiones productoras de arroz en el país.
India representa alrededor del 40% del comercio mundial de arroz y ya ha tratado de restringir las exportaciones de algunas variedades. El año pasado, la nación del sur de Asia prohibió las exportaciones de arroz partido e impuso un arancel del 20% a los envíos de arroz blanco y integral después de que la invasión rusa de Ucrania disparara los precios de alimentos básicos como el trigo (cuyas exportaciones también ha restringido) o el azúcar..
India se plantea esta hoja de ruta después de que la inflación de los precios al consumidor se acelerara en junio debido principalmente al aumento de los precios de los alimentos
Bloomberg Economics espera que la inflación se recupere aún más después de la desorbitada subida del precio del tomate, otro ingrediente clave en la cocina india. Y es que India también se enfrenta a una crisis de esta fruta después de que se haya encarecido más de un 300% debido al clima extremo, casi tres veces más que las subidas habituales que se producen antes de la recogida de la cosecha en agosto.
El Instituto Nacional de Manejo de Estrés Biótico de la India, un consejo dedicado a la investigación agrícola, achaca las fuertes alzas a las inundaciones en los principales estados productores de tomate, como Andhra Pradesh, Maharashtra y Karnataka: “Debido al exceso de lluvia en estos estados, [los cultivos] de tomate se han visto muy afectados. Una gran parte de la cosecha de tomate ha sido destruida por las inundaciones”.
En concreto, según los datos del Departamento de Asuntos del Consumidor, los precios del tomate aumentaron un 34% en lo que va del año, de 24,68 rupias por kilo a las 108,92 rupias que marcó el pasado 11 de julio.
India es el segundo mayor productor de tomates del mundo. Junto con las cebollas, esta fruta es fundamental para la vida diaria de los consumidores indios. El Masala, por ejemplo, es uno de los platos más populares de la cocina india y utiliza el tomates como ingrediente clave para su salsa base.
La situación está provocando robos masivos del producto. Algunos agricultores locales han denunciado que los ladrones se han llegado a llevar cajas de 150 kilos de tomates. Desde el punto de vista empresarial, también se está reflejando el impacto. Varios puntos de venta de McDonald’s en India, por ejemplo, han decidido eliminar los tomates de su menú.
Además del clima, el virus del mosaico del tomate ha rebrotado en los últimos años entre los cultivos, produciendo desde pérdidas parciales hasta pérdidas totales en algunos casos. El nombre de la enfermedad se debe a la apariencia moteada o de mosaico que deja en el tomate y que puede reducir el tamaño o la calidad del producto.