Este fin de semana están previstas varias reuniones de crisis, tanto conversaciones internas en Credit Suisse, como discusiones de los reguladores del sector bancario e incluso del Consejo Federal, dada la talla y la importancia de esta entidad para la economía suiza.
El viernes, el diario británico Financial Times indicó en base a varias fuentes anónimas que UBS, el mayor banco suizo, estaba en conversaciones para una compra parcial o total de su rival con el beneplácito de las autoridades de regulación helvéticas.
El banco central suizo desea “una solución simple y directa antes de que los mercados abran el lunes”, afirma al diario una de estas fuentes, que reconoce que no existe “ninguna garantía” de éxito.
El grupo CH Media señaló que “será decisivo lo que haga el consejo de administración de UBS”.
Ni Credit Suisse ni el banco central suizo comentaron la información con la AFP. UBS y el regulador financiero suizo Finma no respondieron de inmediato. Pero el costo actual del banco no es desorbitado.
Tras una semana negra que llevó a la intervención del banco central con una línea de liquidez de 53.700 millones de dólares, su valor bursátil era de alrededor de 8.700 millones de dólares en el cierre del viernes.
Sin embargo, una adquisición de esta talla es compleja, sobre todo si hay urgencia.
Y la desconfianza hacia la entidad es elevada a pesar de que los dos reguladores suizos destacaron en medio de la tormenta que el banco cumple “las exigencias en materia de capital y de liquidez”.
Prueba de ello es el aumento de los precios de los instrumentos de cobertura ante impagos o quiebras del banco, las llamadas permutas de incumplimiento crediticio (CDS por sus siglas en inglés).