Añadió que la oposición a la minería es consecuencia del entorno político inestable que actualmente se vive en Chile y Perú.
Para Fitch, una tendencia clave es la gestión de los problemas sociales relacionados con la minería en la era moderna.
“La gestión de los conflictos sociales es ahora un riesgo importante para los proyectos mineros”, subrayó.
También enfatizó que hay una gran cantidad de preocupaciones sociales que deben abordarse para mitigar la exposición a los riesgos sociales.
Frente al impacto en la comunidad local y los derechos humanos y laborales a la cabeza.
En 2022, resumió, que la minería experimentó un aumento en las protestas mineras en mercados clave a medida que aumentan las quejas junto con la afluencia de nuevos proyectos que se están desarrollando para satisfacer la creciente demanda crítica de minerales.
“Los mineros han sido criticados durante mucho tiempo por contaminar los suministros de agua, dañar las tierras indígenas y biodiversas sin considerar el impacto en las comunidades locales y el entorno que las rodea”, dijo Fitch.
Perú y Chile
Como resultado, explicó que las acciones industriales contra los mineros se han vuelto comunes.
Ello, consideró, a menudo ha provocado una contracción en la producción en los sitios mineros.
Para Fitch, este problema es particularmente frecuente en América Latina, especialmente en Chile y Perú.
“Con una serie de protestas en los principales sitios de proyectos provocadas por el daño ambiental y la interrupción causada a las comunidades como resultado de las operaciones mineras”, alertó.
Así, recordó que en 2022 la mina Cuajone -de Southern Copper- suspendió sus operaciones porque manifestantes cortaron el acceso al agua de la empresa.
Y bloquearon vías férreas clave, argumentando que la mina daña el entorno ambiental sin proporcionar compensación a las comunidades cercanas.
También se produjeron protestas comunitarias en Las Bambas de MMG en 2022, porque “según las comunidades locales, la empresa no cumplió con los compromisos de inversión social”.
“EL MAYOR RIESGO DE QUE LA OPOSICIÓN DE LA COMUNIDAD IMPIDA LAS OPERACIONES HA IMPACTADO NEGATIVAMENTE EN NUESTRO PUNTAJE DE RIESGO PAÍS PARA LOS DOS PAÍSES PARA 2023”, CONCLUYÓ.
“La oposición a la minería que vemos este año es consecuencia del entorno político inestable en el que ambos países se encuentran actualmente”, recalcó Fitch.
De igual manera, Fitch Solutions ve la amenaza de protestas comunitarias en aumento en los mercados clave a nivel mundial.
“Las empresas deberán hacer un esfuerzo para cumplir con las expectativas de la comunidad y generar confianza”, puntualizó.
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Energía renovable
Por otro lado, según MiningWeekly, para Fitch, el gasto de capital de las empresas mineras se dirige cada vez más a proyectos de energía renovable y al desarrollo de la red asociada.
Esta tendencia podría continuar a lo largo de este año, según Amelia Haines, analista de materias primas de Fitch Solutions.
Conforme al análisis, el uso de energía renovable será la estrategia clave utilizada por las mineras para adaptarse a las necesidades energéticas actuales y futuras.
Así como también con el fin de reducir los costos para este año, “ya que puede reducir los costos a largo plazo, al mismo tiempo que tiene el beneficio de reducir las amenazas a la seguridad energética”.
Conforme a Fitch, las compañías mineras están desempeñando el papel más importante en términos de implementación de importantes proyectos de energía.
Por ejemplo, la minera Fortescue Metals anunció una estrategia de descarbonización en septiembre de 2022 que establece una inversión planificada de US$ 6,200 millones para 2030.
La minera afirmó que esta inversión resultará en ahorros de costos operativos de US$ 3,000 millones para 2030.
Además, de esa inversión, hay planes para agregar alrededor de US$ 7,000 millones de Rio Tinto y alrededor de US$ 4,000 millones de BHP para 2030.
“Estos planes infieren una tendencia que probablemente veremos en todo el sector de la minería y el metal que impulsará la inversión en energía verde”, señaló Fitch.
Descarbonización
Aparte de los beneficios de una reducción de costos, las empresas también están motivadas para cumplir con los objetivos de descarbonización.
Sobre esto punto, Fitch resaltó que hay una presión cada vez mayor de los gobiernos, los inversores y los ambientalistas.
“Para seguir siendo competitivos en mercados globales, los mineros deben evolucionar para garantizar que sus operaciones tengan un impacto limitado en el medio ambiente”, explicó.
Agregó que se avanza en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a lo largo de los años.
Para ello, el desarrollo de energía renovable ofrece el beneficio de reducir el impacto de las interrupciones en la cadena de suministro.
Y las amenazas geopolíticas a la seguridad energética, protegiendo las ganancias de la empresa de los costos de energía.
Fuente: Rumbo Minero