Aunque se proyecta un crecimiento para la economía latinoamericana en el próximo año, según el Fondo Monetario Internacional, el alza en el crimen y la violencia persisten como un “serio problema” en la región. El organismo sigue de cerca situaciones en Ecuador y Haití.
La economía de América Latina y el Caribe se muestra “resiliente” a pesar de los retos que dejó la pandemia, a la vez que la violencia y creciente criminalidad en algunos países se mantienen como uno de los retos principales para el crecimiento de la región según estimó el Fondo Monetario Internacional (FMI) durante su revisión regional este viernes.
“Los mercados laborales se han mantenido resilientes con el desempleo todavía en niveles históricamente bajos en casi toda la región”, dijo Rodrigo Valdés, director del Departamento para el Hemisferio Occidental del FMI, en el marco de sus reuniones primaverales con el Banco Mundial en Washington.
El FMI proyectó que la economía de la región crecerá en un 2 % en 2024, sin embargo, ven en la creciente violencia y criminalidad en la región un riesgo para este crecimiento.
Valdés señaló que para contrarrestar el impacto es importante “mejorar el entorno empresarial y aumentar la inversión histórica, estrategias integrales y de mejor secuencia sobre el cambio climático también impulsarán la economía”.
El organismo estimó, además, que la inflación disminuye y se proyecta que seguirá cayendo en 2024.
Valdés se refirió a la “urgencia” de acelerar el crecimiento en la región, que con un promedio del 2 % en el medio plazo no es un ritmo suficiente para permitir o extender la prosperidad.
Entre los mensajes del FMI para la región, Valdés también hizo hincapié en la necesidad de llevar la deuda pública a niveles más equilibrados mediante el ajuste fiscal y la urgencia de impulsar la economía para elevar el potencial de expansión.
Valdés aseguró que el FMI está “siguiendo de cerca” los eventos que siguieron a la irrupción de la embajada mexicana en Ecuador el pasado 5 de abril, y que llevaron a la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países.
“Esperamos que este asunto sea resuelto a través de la diplomacia y en línea con los reglamentos internacionales”, dijo Valdés al asegurar que un equipo del FMI visitó recientemente el país y tuvo “conversaciones” con autoridades sobre “este y otros asuntos”.
El FMI anunció en marzo que autoridades ecuatorianas solicitaron oficialmente iniciar conversaciones sobre un potencial nuevo programa que ayude a la situación económica del país.
Ecuador ha estado luchando contra la violencia atribuida al narcotráfico, y el gobierno propuso en febrero aumentar el gasto en seguridad en 214 millones de dólares este año mientras despliega el ejército para ayudar a combatir la violencia.
En el caso de otros países como Haití, que se enfrentan a una crisis de seguridad, Valdés aseguró que han tenido conversaciones sobre el avance económico de la nación caribeña, la prioridad es “restaurar la seguridad”.
Este aspecto es “una pre condición para la falta de estabilidad y para que el crecimiento se materialice”, dijo Valdés.
Por otro lado, Valdés agregó que continúan las conversaciones con el Salvador sobre la creación de algún programa apoyado por el FMI.
El bitcoin, según dijo, también “es parte de la discusión” sobre cómo tomar medidas para atajar el riesgo “que supone el estatus legal” de la criptomoneda.