Es el dato oficial del producto que informó hoy el Indec; la actividad de la industria y el campo explican gran parte de la baja; hubo un rebote del 2,7% en la medición desestacionalizada frente al período anterior
En el tercer trimestre del año el PBI cayó 0,8% respecto del mismo período del año anterior, según los datos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), que confirman el estancamiento económico que atraviesa la Argentina en 2023. Un desplome de las exportaciones (4,8%) producto de la brecha cambiaria y los efectos de la sequía, en un contexto de consumo planchado por la inflación, explican el dato negativo de la actividad en el período inmediatamente anterior a las elecciones generales.
Según los números oficiales del Indec, en el acumulado entre julio y septiembre de este año el consumo privado estuvo estancado (creció 0,3% con respecto a igual período de 2022). En ese contexto, el impulso estuvo dado por la actividad del sector público (el consumo en este segmento creció un 1,8%). La inversión, mientras tanto, creció un 0,8%.
Por el lado del comercio exterior, en un contexto de brecha cambiaria por encima del 100% y las consecuencias de la sequía que afectó a la cosecha, las exportaciones se desplomaron un 4,8%. Inversamente, las importaciones se expandieron un 2,6%, aun con la vigencia del sistema SIRA, las dificultades para el pago de bienes y servicios al exterior y la ampliación de la deuda comercial de firmas argentinas con proveedores externos.
En el análisis de los sectores, el mayor crecimiento en la comparativa con el mismo período de 2022 lo tuvo el sector de hoteles y restaurantes, con una expansión del 7,2%, y la explotación de minas y canteras, con incrementos del 5,9%, aunque su participación dentro del conjunto de actividad económica es menor.
La expansión de la actividad minera (incluye la explotación de hidrocarburos) compensó en el período el desplome de dos rubros clave, como el campo y la industria. Según los números del Indec, el segmento Agricultura, ganadería, caza y silvicultura se contrajo un 7,6% interanual (explica 0,36 puntos porcentuales de la caída del PBI en el período), mientras que la industria manufacturera se contrajo un 3,7% (es el rubro de mayor incidencia en el indicador del Indec y explicó 0,64 puntos porcentuales de la caída).
El PBI según los economistas
El PBI viene cayendo hace más de dos trimestres, y esto ratifica, según Ariel Coremberg, profesor de la Universidad de Buenos Aires y la Universidad de San Andrés, que la economía entró técnicamente en recesión desde el segundo trimestre de 2023 —acorde a la metodología del National Bureau of Economic Research (NBER), que fija los cambios de ciclos económicos—. Unido a la aceleración de la inflación en el período, confirmaría el escenario de estanflación del que habló el presidente Javier Milei.
“El nivel del PBI per cápita equivale al de 1974. Si bien los datos de inversión reflejan una variación positiva, eso se debe a la inversión en ladrillos y mobiliario para cubrirse de la inflación y a la burbuja de consumo privado para deshacerse de los pesos”, añadió el especialista. Este “deshacerse de los pesos” es un escenario habitual, comentó, en países de alta inflación, donde los ciudadanos buscan volcarse al dólar, otros activos financieros o bienes como alternativa. A esa tendencia se le sumó el repunte en la actividad del rubro hoteles y restaurantes a causa del aumento en turismo por lo “barato que está el país”, medido a tipo de cambio paralelo.
Tomás Álvarez Kuhnle, economista de la consultora Analytica, se expresó sobre estos números en diálogo con LA NACION. “Los datos del PBI confirman una caída en el nivel de actividad, que ya habíamos podido mensurar gracias a los indicadores adelantados. La caída en las exportaciones fue el principal condicionante durante el segundo y tercer trimestre”, dijo el especialista, y agregó que también para los últimos meses del año se estima una merma, pero de mayor magnitud.
“Es una tendencia que se va a profundizar en 2024, producto de la aceleración de la inflación y la caída del gasto público. A diferencia de este año, las exportaciones van a jugar a favor, dado que proyectamos una fuerte recuperación”, opinó el economista.
En la medición desestacionalizada, sin embargo, la actividad muestra un rebote luego del desplome del trimestre anterior. Según los datos del Indec, el PBI en el tercer trimestre creció un 2,7%, luego de que en el segundo registrara una contracción del 2,8% con respecto al primero.
Para Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos, el dato del tercer trimestre resulta “antiguo”, porque el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) ya había reflejado el escenario del tercer trimestre ”No hay ninguna novedad en que el PBI creció en forma desestacionalizado contra el trimestre pasado: subió 2,72, había caído 2,73 en el segundo, es como que recuperó lo que había perdido, pero no hay ninguna novedad”, enfatizó.
En cambio, Tiscornia remarcó la novedad que estaría aportando el informe de este viernes: la apertura del gasto, que se puede observar un repunte del 2% de las exportaciones -desestacionalizado-, algo de la inversión y el consumo, que había caído 0,42 en el segundo trimestre y ahora está creciendo 0,67. “Creo que ahí hay un efecto de las medidas del gobierno del ‘plan platita’. Esto es el período de julio, agosto y septiembre. De todas formas, es bastante atenuado, porque justo estaba disparándose la inflación. Pero creo que puede haber alguna recuperación del consumo por ese lado”, sostuvo.
Además, según el economista, hubo una “mejora bastante importante respecto de la anterior” al referirse a la comparativa en la caída del PBI sectorial interanual, que en el tercer trimestre de 2022 fue de 5,5%, y, en este caso, de 0,8%. “Eso tiene que ver con que el crecimiento trimestral desestacionalizado era 2,7%. Por sector uno puede ver que la diferencia la hizo el agro, que había caído 40% interanual y en el tercer trimestre pasó a caer 7,6%. Tiene que ver con que empieza a pesar la cosecha 23-24, dejando atrás la sequía que afectó la 22-23″.
A pesar de esto, también se observa un peor desempeño de la industria, que había caído en el segundo trimestre 1,1% y ahora pasó a caer 3,7%, en parte por la sequía, y en parte por las trabas a las importaciones. “Esto arrastró a comercio, otro sector bastante importante”, aseguró Tiscornia.