Una mayor oferta de las gasolinas premium (Plus y Ultra Plus 100) permitirá al Gobierno boliviano reducir la subvención a los carburantes y con ello mejorar la situación económica del erario público en términos del gasto fiscal.
La afirmación corresponde al viceministro de Pensiones y Servicios Financieros, Franz Apaza, quien recordó que “cada año se presupuesta más o menos Bs 9.800 millones” —unos US$ 1.408 millones al tipo de cambio actual— para mantener congelados los precios de los carburantes.
“Una buena parte” de la subvención está dirigida a la gasolina, por lo que “se está generando una diversificación en la oferta en el tipo de gasolinas”, remarcó en entrevista con Radio Vanguardia.
Además de la gasolina especial (Bs 3,74 o US$ 0,52 por litro), en el país también se comercializa la gasolina Premium (Bs 4,79 o US$ 0,67), la gasolina Super 91 (Bs 4,40 o US$ 0,62), la gasolina Super Etanol 92 (Bs 4,52 o US$ 0,63) y la gasolina Premium Plus (Bs 4,79 o US$ 0,67).
Esta última gasolina, junto a la Ultra Premium 100, que recién será comercializada en el país altiplánico, se ajustarán periódicamente y de acuerdo al precio internacional del petróleo.
De inicio, la Premium Plus o Premium+ subió de de Bs 4,79 (US$ 0,67) a Bs 5,71 (US$ 0,80). Y la Ultra Premium 100 saldrá al mercado a un costo de Bs 6,71 (US$ 0,95) por litro.
En entrevista con La Razón Radio, el vicepresidente de Operaciones de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Ariel Montaño, calculó que la gasolina Ultra Premium 100 cubrirá entre el 0,5% y el 1% de la demanda de gasolina en el país. En cuanto a la Premium Plus, la demanda llega actualmente al 5%, añadió.
El viceministro Apaza explicó que estos dos carburantes tienen un octanaje más alto y son de mejor calidad que las otras gasolinas. “Usualmente hay vehículos de alta gama que demandan este tipo de combustible y este tipo de vehículos los adquieren pues personas de nivel económico elevado que no requieren de la subvención del país”.
La Razón publicó en agosto de 2023 un reportaje, con base en los datos de YPFB, en el que se devela que el costo de la subvención a la gasolina y el diésel importado entre 2012 y 2022 representó para las arcas del Estado boliviano la suma de Bs 47.300 millones (US$ 6.796 millones).
Y en enero de este año se conoció, también a través de la petrolera estatal, que en 2023 la subvención alcanzó la suma de US$ 1.700 millones. Si a este monto se suma la subvención de este año (US$1.408 millones), el gasto entre 2012 y 2024 llegará a la friolera suma de US$ 9.904 millones.
En ese marco, Apaza dijo que una mayor oferta de las gasolinas Premium Plus y Ultra Premium 100 permitirá reducir la demanda de la gasolina especial, lo que ayudará a aminorar “el gasto que se presupuesta en la subvención sobre estos carburantes”. La oferta de estas dos gasolinas “por supuesto va a ayudar a mejorar la situación económica en términos del gasto fiscal”, puntualizó.