Dicen que los niños son el futuro, pero es que en Guatemala no tienen ni presente”.
La frase pertenece a Maria Claudia Santizo, especialista en nutrición de Unicef Guatemala.
De acuerdo a esta oficina para la infancia de Naciones Unidas, Guatemala fue el único país de la región en el que los índices de pobreza aumentaron en los últimos seis años.
Y es la sexta nación con la mayor tasa de desnutrición en el mundo, con números superiores a países mucho más pobres o inmersos en conflictos internos.
“El gran problema de Guatemala es la desigualdad, lo que ha generado que su mayor y primer desafío sea reducir los enormes registros de desnutrición que tiene”, le dice Santizo a BBC Mundo.
Pero la desnutrición no es solo un tema de Salud Pública, sino también una preocupación educativa.
De acuerdo a esta oficina, la desnutrición está relacionada con una reducción de hasta 14 puntos en el coeficiente intelectual de los menores.
“El problema del coeficiente intelectual es grave porque es el punto de partida de mayores problemas para los menores y los adolescentes”, indica la especialista.
La jornada electoral del pasado 25 de junio en Guatemala dejó a dos candidatos de bandos opuestos en lucha por la presidencia en la segunda vuelta de los comicios que se celebrará el 20 de agosto.
Sandra Torres, quien fuera primera dama del país durante el mandato de Álvaro Colom, y Bernardo Arévalo, hijo del expresidente Juan José Arévalo Bermejo, fueron los más votados, aunque los resultados aún no han sido oficializados.
Y uno de los mayores desafíos que deberá afrontar el próximo mandatario será el de la educación, cuyos índices no solo son los más bajos de la región sino de todo el mundo.
Por caso, un reciente estudio publicado por el World Population Review reveló que Guatemala ocupa el puesto 196 en términos de coeficiente intelectual (CI) de la población entre 199 países del planeta.
Según el informe, Guatemala tiene un puntaje de 47,72, superado por otros países de la región como Nicaragua en la posición 193, Honduras en el lugar 185, El Salvador en el 162 y Panamá en el lugar 124.
Para algunos analistas, estos resultado son una evidencia de un mal más grave: los alarmantes índices de desnutrición infantil, que representa una de las principales causas de los bajos resultados a nivel cognitivo.
El coeficiente intelectual es un número que estima la capacidad intelectual de la persona a partir de una serie de evaluaciones.
Aunque ha sido cuestionado por expertos tanto en el campo del aprendizaje como en el de la estadística, lo cierto es que es utilizado como base para medir, con base en un estándar, la calidad de la educación que se da en distintas zonas del mundo.
Pero en el caso de Guatemala parece decir algo más, como la magnitud del problema de la desnutrición, que los analistas ven como primera causa de estos alarmantes resultados.
“Los niños en Guatemala no han recibido la alimentación adecuada para que su capacidad cognitiva se desarrolle de manera normal”, dice Santizo.
Las estadísticas hablan por sí solas: según la Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil (Ensmi), en Guatemala el 49,8% de los niños y niñas sufre desnutrición crónica. Esto es, 1 de cada 2.