También se apunta a continuar con la lucha contra la evasión y elusión fiscal.
La política tributaria para el mediano plazo debe procurar la recuperación de los ingresos tributarios a niveles previos antes de la pandemia y una senda de crecimiento sostenido de la presión tributaria, a través de la reducción del incumplimiento tributario, señala el Marco Macroeconómico Multianual (MMM) para el 2022-2025, publicado este viernes
Los mecanismos señalado apuntan a combatir la evasión y elusión de impuestos.
En ese sentido, el MEF precisa que se hace necesario incrementar los ingresos públicos en el mediano y largo plazo, de tal forma que permita financiar las inversiones públicas para mejorar y fortalecer las prestaciones de servicios públicos a la población, abordar problemas derivados de la distribución desigual del ingreso y otros riesgos de mediano y largo plazo.
“Por parte de la administración tributaria se deberá poner énfasis en las acciones de control y fiscalización, generando riesgo sobre quienes incumplen sus obligaciones y combatir la evasión y elusión tributarias; así como alentar y simplificar el cumplimiento tributario a través de la automatización de los procesos de anotación de operaciones en los registros y libros contables, declaración y pago de impuestos a través de las plataformas digitales y la masificación del uso de comprobantes de pago electrónicos”, se precisa en el MMM.
Propuestas
Se continuará con la revisión del sistema tributario de manera integral a fin de evaluar la suficiencia y eficacia de los instrumentos tributarios vigentes, así como la necesidad o idoneidad de la incorporación de nuevos instrumentos o criterios que, además de permitir mejorar la recaudación tributaria y la progresividad de la tributación, reduzcan espacios para el arbitraje tributario.
En ese sentido se evalúan algunos cambios. Entre las cuatro novedades está un nuevo esquema fiscal minero, implementar un régimen simplificado para empresas de menor tamaño, mejoras en las normativas municipales para temas de tributación y perfeccionar la normativa tributaria para que se garantice la tributación de los modelos de negocios basados en la economía digital.
En relación a la renta minera, se tomarán medidas para optimizar la recaudación del erario nacional teniendo en cuenta el contexto internacional de alza de precios de los minerales, resguardando la competitividad del sector.
En relación a la minería y considerando el importante incremento de los precios internacionales, se evalúa cambios en el esquema fiscal minero que permitan mayores ingresos al erario nacional a través de una mayor progresividad, pero sin afectar la competitividad del sector.
Se continuará con la política de racionalización de los tratamientos tributarios preferenciales, lo cual implica no solo evitar la creación de nuevos beneficios tributarios sino también evaluar la eliminación, sustitución o prórroga de los ya existentes, de corresponder.
En este sentido se continuará promoviendo el fortalecimiento de la administración tributaria a fin de contribuir con la transparencia respecto a los beneficiarios de los tratamientos tributarios preferenciales. Asimismo, no se promoverán beneficios tributarios que promueven el consumo de bienes y servicios que son dañinos para la salud y/o el medio ambiente.
Por su parte, en cuanto al Impuesto a la Renta (IR), a fin de ampliar la base tributaria, el MEF evalúa una propuesta de régimen simplificado para empresas de menor tamaño que considere incentivos a la declaración de trabajadores, exigencia del uso de comprobantes de pago para sustentar sus gastos, entre otras medidas que permitan la reducción de incentivos a la informalidad y costos de cumplimiento tributario, así como que incidan en mejorar su nivel de competitividad y permanencia en el mercado.
Mientras que para fortalecer la base tributaria, mejorar la progresividad del IR y combatir esquemas o prácticas elusivas, para finalmente alcanzar mayor neutralidad y equidad, se tomarán en cuenta los estándares internacionales y las recomendaciones del marco inclusivo del proyecto BEPS de la OCDE.
Asimismo, por medio del intercambio de información con otras jurisdicciones y el uso de herramientas de fiscalidad internacional, se continuará y fortalecerá la lucha contra la evasión y elusión fiscal por parte de las empresas multinacionales y las personas de elevados ingresos.
“Por el lado del Impuesto General a las Ventas, se continuará con la revisión de la legislación nacional buscando un mayor nivel de neutralidad en la aplicación del impuesto, el perfeccionamiento de los sistemas de pago y las acciones de control asociadas a ellos”, precisa el MMM.
Respecto a la tributación municipal, se buscará que los objetivos de la política tributaria subnacional puedan estar alineados a los objetivos generales de política tributaria nacional, a fin de que los impuestos municipales contribuyan con la progresividad del sistema.
En ese sentido, proponen mejoras en la normativa municipal con el objetivo de optimizar la recaudación de los principales impuestos regulados por la Ley de Tributación Municipal (Predial, de Alcabala y al Patrimonio Vehicular).
De igual forma, se continuará brindando asistencia técnica a los Gobiernos Locales con la finalidad de mejorar la gestión y la recaudación de los impuestos municipales.
Asimismo, se perfeccionará la normativa tributaria a fin de implementar el arco jurídico y los mecanismos que garanticen una adecuada y eficaz tributación de los modelos de negocios basados en la economía digital, teniendo en consideración las recomendaciones y las mejores prácticas internacionales que resulten aplicables en el contexto nacional.
“Diseñado de manera simple y eficiente, contribuirá con la neutralidad del sistema tributario, evitando distorsiones competitivas, sin desincentivar ni afectar el normal desenvolvimiento de estos negocios”, se detalla.
Por otro lado, siendo la atracción de inversiones una prioridad, se continuará con la revisión de la normativa sectorial, de tal forma que se dote de previsibilidad a la legislación tributaria y se evite la proliferación de los beneficios tributarios, fortaleciendo así la política fiscal.
“Ello sin perjuicio de continuar con la evaluación y la negociación de convenios para eliminar la doble imposición en materia de impuestos sobre la renta, incorporando en estos los estándares y recomendaciones de las acciones del proyecto BEPS. Además, se continuará trabajando en la adecuación de la legislación interna a fin de hacer efectivos los mecanismos de resolución de controversias previstos en los CDI vigentes de acuerdo con los referidos estándares y recomendaciones”.
Cabe recordar que las medidas tributarias dictadas en los últimos años han permitido incrementar los ingresos tributarios, registrándose en 2019 – 2020, una presión tributaria de 14.4% del PBI, superior en 0,3 p.p. a lo registrado el año anterior. No obstante, durante la recaudación sufrió una caída importante, al igual que en la mayoría de los países como consecuencia de la crisis económica originada por la pandemia de la COVID-19, alcanzando el 13,0% en términos del PBI.
Crecimiento económico
Según el MMM, el PBI continuará recuperándose en el segundo semestre del 2021 y en 2022 crecería 4.8%, año en el que se retornará a niveles pre COVID-19, por la mayor operatividad de las actividades económicas.
La demanda interna alcanzaría una tasa de crecimiento de 4.4% en 2022, a pesar de la disipación del efecto estadístico positivo y la gradual recuperación de la confianza de los agentes económicos, debido a la flexibilización de las restricciones de las actividades económicas por el control progresivo de la pandemia y el avance en el proceso de vacunación, que permitirá incrementar los aforos de las actividades con restricciones hasta que la operatividad de la economía retorne a niveles pre COVID-19.
Entre el 2023-2025, el PBI se incrementaría 4.1% en promedio, explicado por la continuidad en la recuperación de la demanda interna, principalmente por mayores inversiones; la mayor operatividad de las actividades más afectadas por la pandemia; el incremento de las exportaciones por el inicio de producción de minas cupríferas y auríferas; y la continuidad de medidas para impulsar la competitividad y productividad, los cuales permitirán generar nuevos motores de crecimiento.