El sector del transporte marítimo avanza en materia de diversidad, equidad e inclusión (DEI), según los resultados del Informe Anual 2022 del Grupo de Estudio de la Diversidad (DSG). Este progreso es más evidente en los rangos junior y medios, ayudando a construir una reserva de talento más diversa de futuros líderes, pero la representación diversa sigue siendo mucho más limitada en el nivel de la C-suite.
Este es el tercer informe anual del Grupo de Estudio de la Diversidad, una organización dedicada a fomentar un sector marítimo y naviero más diverso, equitativo e integrador.
El informe se basa en las respuestas de más de 3.000 participantes de una amplia gama de miembros corporativos, incluidos armadores, operadores y gestores, sociedades de clasificación y empresas de servicios marítimos. Abarca todas las partes del mundo y un amplio espectro de encuestados, en edad, antigüedad, nacionalidad, antecedentes profesionales y otras características.
Falta de diversidad en la alta dirección
El informe muestra que sigue habiendo una importante falta de diversidad étnica y de representación femenina en los puestos directivos, aunque la representación en los puestos de nivel inferior está mejorando. Los puestos directivos y de jefes de departamento están ocupados predominantemente por personas blancas, con aproximadamente una cuarta parte de los puestos ocupados por personas que se identifican como asiáticas.
El informe, a su vez, muestra que las mujeres empiezan a abrirse paso en mayor número por debajo del nivel C-suite, donde el 17,9% de los encuestados de este año son mujeres. Las mujeres representan el 23,8% de los Jefes de Departamento, lo que supone un aumento respecto al 12,3% del año pasado. Este año, el 38,3% de los jefes de equipo son mujeres, frente al 29% del año pasado. Por último, la representación femenina en el nivel Junior/Formador sigue siendo elevada, con un 56,7%, y un 48% en el nivel Medio.
Apetito de conocimientos en materia de DEI
Sólo el 36,2% de los encuestados afirma que la formación relacionada con la DEI está a su disposición. El 49% afirma que no. El 37% de los encuestados también sostuvo que su empresa podría hacer más para conseguir un lugar de trabajo diverso e inclusivo. Muchos de los encuestados mostraron un gran interés por conocer más sobre la agenda DEI y comprender su papel en la creación de entornos de trabajo positivos e inclusivos.
Preocupa falta de denuncias por discriminación
El 35,8% de las mujeres respondieron que no creen que puedan plantear problemas de discriminación en el trabajo o declararon que “preferirían no decirlo”. Esto sugiere que puede haber cierta reticencia entre las mujeres a dar la cara si sufren discriminación.
El 85,4% de los encuestados respondieron que podían “ser ellos mismos” en el trabajo, lo cual es una señal positiva. Los empleados que se identifican como blancos son los que se sienten más seguros y los que se identifican como pertenecientes a minorías étnicas o LGBT+ son los que menos.
Por primera vez en los tres años de historia del Informe Anual del DSG, el informe también recogió datos sobre tres nuevas áreas: discapacidad, identidad de género y orientación sexual.
Heidi Heseltine (en la imagen), fundadora del Grupo de Estudio de la Diversidad, declaró que “los resultados de este año revelan algunas ideas fascinantes sobre el estado del DEI en el transporte marítimo. Aunque sigue habiendo una falta de diversidad en la alta dirección, hay indicios de una creciente ‘sala de espera’ de talentos más diversos por debajo de la C-suite. Corresponde a los empleadores proporcionar el apoyo y las oportunidades de desarrollo que les ayuden a explotar su potencial, a fin de que haya una verdadera diversidad en los puestos directivos.
Por último, Heseltine inca que la DEI es importante no solo porque es lo correcto desde el punto de vista ético, sino también porque tiene sentido desde el punto de vista comercial para un sector que necesita urgentemente una mayor reserva de talento. “El transporte marítimo no sólo se enfrenta a una escasez mundial de talentos, sino que las organizaciones también necesitan un conjunto de competencias más amplio para afrontar los desafíos medioambientales y los avances tecnológicos”.