Los precios del cobre subían el viernes, pero siguen en camino de registrar su sexta caída semanal consecutiva ante la escasa demanda en China, principal consumidor de metales, y de otros mercados.
A las 0946 GMT, el cobre de referencia en la Bolsa de Metales de Londres (LME) subía un 1,6%, a 8.091,50 dólares la tonelada, pero bajaba cerca de un 2% respecto al cierre del viernes pasado.
Los precios de este metal, utilizado en el cableado eléctrico, han caído un 15% desde el máximo alcanzado en enero y esta semana se situaron por debajo de los 8.000 dólares por primera vez desde noviembre.
Los especuladores han acumulado sus mayores posiciones cortas en los futuros del cobre en Estados Unidos en 10 meses, a medida que la recuperación económica china no alcanza las expectativas y el aumento de las tasas de interés frena el crecimiento en otros países, debilitando la demanda del metal.
Los precios se vieron impulsados el jueves por unos datos económicos estadounidenses mejores de lo esperado y por indicios de que está cerca un acuerdo para elevar el techo de la deuda estadounidense, lo que alivió los temores de un impago y debilitó al dólar [MKTS/GLOB].
Según Ole Hansen, analista de Saxo Bank, se ha mantenido un soporte técnico clave para el cobre en torno a los 7.800-7.900 dólares, por lo que los precios deberían estabilizarse.
“Hemos alcanzado un nivel de apoyo significativo. Hemos descontado muchas malas noticias. Esto me hace preguntarme si quedan muchas más ventas en el mercado”, señaló.
En otros metales básicos, el zinc de la LME ganaba un 2,2%, a 2.322 dólares la tonelada; el aluminio subía un 1,2%, a 2.258 dólares; el plomo cedía un 0,2%, a 2.070,50 dólares; el níquel avanzaba un 1,8%, a 21.615 dólares; y el estaño mejoraba un 1,2%, a 24.895 dólares.