El ritmo de caída del sector manufacturero británico se acentuó en junio y el optimismo se desvaneció a pesar del debilitamiento de las presiones sobre los precios, mostró una encuesta el lunes.
El índice de gestores de compras (PMI) del sector manufacturero británico S&P Global/CIPS cayó a 46,5 desde 47,1 en mayo, su lectura más baja este año y una de las más débiles desde la crisis financiera de 2008-09, pero revisada al alza desde una lectura preliminar anterior de 46,2. El índice marcó el undécimo mes consecutivo por debajo del umbral de 50 para el crecimiento.
Se trata del undécimo mes consecutivo por debajo del umbral de 50 para el crecimiento y las encuestas empresariales y los datos oficiales apuntan al sector servicios como principal fuente de crecimiento de la economía británica.
“Los productores se están viendo afectados por las débiles condiciones del mercado nacional y de exportación y los clientes muestran una mayor reticencia a comprometerse a gastar debido a la incertidumbre del mercado, el aumento de la competencia y los costes elevados”, declaró Rob Dobson, director de S&P Global Market Intelligence.
Los costes pagados por las fábricas en concepto de materiales y energía registraron la mayor caída desde febrero de 2016, mientras que los precios cobrados por los fabricantes bajaron por primera vez desde abril de 2016.
Los datos oficiales más recientes mostraron que la producción de las fábricas británicas en abril fue un 0,9% inferior a la de un año antes, la menor caída anual desde enero de 2022, el mes antes de que Rusia invadiera Ucrania e hiciera subir los precios del gas natural en Europa.
El Banco de Inglaterra vigila de cerca los indicadores de presión sobre los precios mientras evalúa cuántas nuevas subidas de los tipos de interés son necesarias para controlar la tasa de inflación británica, que en mayo fue la más alta entre las principales economías avanzadas, junto con la italiana.
“Aunque la reducción de las presiones sobre las cadenas de suministro y los costes ofrece cierto respiro a corto plazo, siguen siendo un síntoma de la actual debilidad de la demanda a la que se enfrenta el sector y, por tanto, es poco probable que desempeñen un papel en el impulso de la producción de cara al futuro”, declaró Dobson.
El indicador PMI de la producción futura cayó a su nivel más bajo del año, y el empleo se contrajo por noveno mes consecutivo.
