Es casi imposible mirar a un lugar en España y que no haya un objeto Made in China. El gigante asiático construyó su éxito económico sobre la fabricación barata para todo el mundo y España no es una excepción. El país arrastra una larga historia de déficits comerciales que no ha hecho más que ampliarse en los últimos diez años, pese a que los españoles doblaron las ventas a China en el mismo tiempo.
Así, si en 2014, el saldo comercial con China arrojaba una cifra negativa de 15.878 millones, en 2024, los datos provisionales la elevan a 37.706 millones de euros, un 137% más.
Pese a que en tiempos del coronavirus, se encendió la señal de alarma con la dependencia frente al país asiático por cosas tan básicas como las mascarillas, la preocupación por la autonomía estratégica no ha mellado el ritmo de compras. España importó en 2024 más de 45.000 millones en bienes, según los datos provisionales del Ministerio de Comercio, el segundo mayor año de la serie histórica, solo por detrás de 2022 y un 126% más que en 2014. De hecho, las importaciones a China fueron las que más subieron en el último año, un 2,9% más que el anterior.
Por su parte, las exportaciones españolas rozaron los 7.500 millones de euros, más del doble que en 2014, pero aún 1.000 millones de euros por debajo de los 8.600 millones exportados en 2021, cima de la serie.
cerdos por móviles
El estancamiento de las exportaciones a China se ha producido en un entorno de tensión por los aranceles a los vehículos eléctricos de este país que estuvieron a punto de dejar como víctima al cerdo español.
Cada año, unas 560.488 toneladas de porcino se recorren medio mundo para alimentar al país asiático, que tiene al porcino como un elemento básico en su dieta. Según la patronal del sector Interporc, el valor de estas ventas es de 1.223 millones, más de un 15% del total de las exportaciones. En total, la alimentación es la segunda categoría más exportada, con casi 1.900 millones.
Los otros dos productos estrella que España exporta son menos conocidos: químicos, sobre todo fármacos, son el rubro más vendido con 1.978 millones en exportaciones, mientras que los minerales ocupan el tercer puesto con 1.622 millones, sobre todo por las compras de cobre .
Por contra, España compra sobre todo equipos de oficina y telecomunicaciones (un paraguas en la que entran casi todos los grandes productos electrónicos), que por sí solos rozaron los 7.000 millones de euros en importaciones en 2024, le siguen otros bienes de equipo (6.790 millones) y productos textiles y de confección, con adquisiciones por valor de 5.325 millones de euros.
Ahora, la visita de Sánchez y las nuevas inversiones chinas prometen otro alza. Entre los macroproyectos anunciados están las fábricas de baterías de CATL y Stellantis en Aragón y la de de Chery en Cataluña, así como las promesas de Envision de hacer baterías en Extremadura y electrolizadores e hidrógeno. Unas inversiones que crearán empleo, pero también necesitarán máquinas y no es difícil saber dónde se comprarán.