Ese crecimiento se debe principalmente al prolongado periodo de altos precios del petróleo y gas.
La economía de Arabia Saudita será la que mayor crecimiento experimente en el mundo en 2022, superando a China, a los países del G7 que están “en apuros” y a otras importantes economías emergentes, según un informe de Economist Intelligence Unit, la división de investigación y análisis del grupo The Economist.
Se espera que el aumento real del producto interno bruto (PIB) saudita alcance el 7,5 % este año, lo que representaría la tasa de crecimiento más rápida del país en una década. De esta manera se ubicaría a la cabeza de la tabla de crecimiento económico de las 20 economías más grandes del mundo, superando incluso a las más dinámicas de Asia como China, la India, Indonesia y Corea del Sur, y muy por encima de las principales economías de Europa occidental y América del Norte.
El desempeño económico saudita se ve impulsado por los altos precios del petróleo y gas, el aumento de la producción de esos hidrocarburos y la inversión a gran escala en los sectores no energéticos, entre otros factores. El balance fiscal volverá a saldos positivos en 2022, impulsado por las “inesperadas” ganancias en el sector energético y una próspera actividad empresarial en otros ámbitos, expone Economist Intelligence Unit.
Entre tanto, el saldo de la deuda pública, que durante gran parte de la última década ha tenido una tendencia al alza, se reducirá en términos absolutos y en relación al PIB. En ese sentido, el saldo de la cuenta corriente registrará un enorme superávit de alrededor de 163.000 millones de dólares, frente a los 44.000 millones del 2021.
La inflación
De acuerdo con el informe, las materias primas que Riad importa a altos precios no afectarán en el índice de precios al consumidor (IPC), debido a los límites a los precios impuestos por el Gobierno y sus subsidios. Se espera que la inflación del IPC promedie alrededor del 2,5 % este año, con lo que sería una de las tasas anuales promedio más bajas registradas entre las 20 mayores economías del mundo.
Además, cualquier aumento en las tasas de interés por parte del Banco Central saudita tendrá un impacto limitado en el desempeño general de la economía, gracias al prolongado periodo de altos precios del petróleo y gas, así como por la fuerte liquidez en el sector financiero y comercial ayudado por la reutilización de los ingresos energéticos y la inversión extranjera.