La India endureció este domingo sus restricciones a la exportación de arroz, con límites a la venta al extranjero de arroz basmati que se suman al veto total al comercio de otras variedades de este cereal.
Entre las nuevas medidas anunciadas por el Ministerio de Comercio e Industria figura la prohibición de exportar el fragante arroz basmati por un precio inferior a 1.200 dólares, con la intención de frenar el comercio internacional del grano cultivado en la India.
“El Gobierno ha recibido informaciones creíbles sobre la clasificación errónea y las exportaciones ilegales de arroz de variedades diferentes al basmati, cuya exportación fue prohibida el 20 de julio de 2023”, explicó el ministerio.
El precio mínimo a las exportaciones de arroz basmati llega pues con la intención de atajar la venta al extranjero de este cereal, cuya exportación ha sido prohibida, clasificado bajo otra categoría.
Esta semana, la India instauró un impuesto del 20 % a las exportaciones de arroz vaporizado, mientras que la venta de arroz partido fue vetada por completo el año pasado.
Y es que, según los datos oficiales, las exportaciones de arroz del país asiático han crecido a pesar de las limitaciones, con 7,3 millones de toneladas métricas en lo que va de año en comparación con 6,7 del mismo periodo de 2022.
La India es el principal exportador de arroz del mundo. Solo en 2022, el país asiático vendió al extranjero 22,3 millones de toneladas de este cereal por unos 11,1 millones de dólares, en su mayor parte de variedades de arroz distintas al basmati.
Un alza de los precios internacionales causada por la menor producción en países como Tailandia ha contribuido a disparar los precios del arroz en los mercados mundiales, con los precios más altos desde 2011, según la FAO.
La India impuso por sorpresa el veto a las exportaciones de arroz de variedades diferentes al basmati para “controlar los precios domésticos y asegurar la seguridad alimentaria doméstica”.
El Banco de la Reserva de la India (RBI, ente emisor) señaló a principios de agosto que el alza de los precios de los alimentos, con algunos productos como los tomates aumentando su precio en más de un 300 % con respecto a su coste habitual en las últimas semanas, es el principal responsable del aumento de la inflación al 4,8 % en junio.