La molestia por la inflación no es menor, los republicanos han hecho críticas severas al modelo económico del presidente Joe Biden al asegurar que no es funcional para el país
Desde finales de abril diversos economistas y empresarios alertaron que vendría una ola de alzas en diversos sectores en todo Estados Unidos. Mayo fue una pesadilla para millones de estadounidenses, la inflación disparó los costos de las mercancías básicas como los cárnicos, el pollo, así como productos de limpieza.
Tras más de un mes de que la inflación se ha posicionado en todo el país, el descontento prácticamente ha sido generalizado, a pesar de que las agencias federales han dicho que este fenómeno será pasajero y que pronto habrá una estabilización de todo el mercado en el país.
Los pronósticos de la Reserva Federal (Fed) han cambiado, pues en un principio proyectaron que la inflación aumentaría, al menos, un 2.4% en 2021, pero este pronóstico fue rebasado de forma notoria, ya que ahora lo elevaron a 3.4%. La Fed también presentó su pronóstico de crecimiento económico para el año al colocarlo en 7%.
Aunque se está vislumbrando un crecimiento anual positivo, la molestia por la inflación no es menor, los republicanos han hecho críticas severas al modelo económico del presidente Joe Biden al asegurar que no es funcional para el país. Los opositores han dicho de forma pública que tanto el gasto público como la inflación están fuera de control.
De acuerdo con The Hill, el presidente del Comité de Estudio Republicano, Jim Banks, mandó esta semana un documento a los miembros de este grupo en el que detalló las demandas opositoras, las cuales tiene como fin establecer el límite de la deuda del país. Según los opositores ésta ha aumentado de forma incontrolable.
Jim Banks manifestó que se deben encontrar los mecanismos necesarios para que se evite un déficit fiscal por la forma en la que el presidente Biden está proponiendo el gasto público, por ello, dijo que se debe “recuperar el límite de la deuda como una herramienta para destacar y forzar la acción sobre el problema del gasto de nuestra nación”.
Lo externado por la oposición tiene que ver con un acuerdo de dos años que expirará el 1 de agosto, se dio en 2019 para suspender el límite legal sobre la cantidad de deuda que el gobierno puede adquirir. Por lo que si no se llega a un acuerdo sobre el techo de la deuda, probablemente, se desencadenaría un caos en el sistema financiero mundial.
Por tal razón, los republicanos buscan emplear la fecha límite para que se den recortes de gastos. Varios senadores republicanos advirtieron a la secretaria del Tesoro Janet Yellen en su audiencia que la Casa Blanca debe controlar sus planes de gasto, ponderando la inflación como una preocupación.
La Cámara de Comercio de Estados Unidos se ha convertido en una agrupación que está fungiendo un papel de presión sobre la administración Biden, en especial porque la Cámara sostiene que el tema de la inflación se puede prolongar si los demócratas insisten con sacar adelante sus propuestas de gasto millonario como es el caso del Plan de Infraestructura.
Los posicionamientos de los republicanos con respecto al plan económico demócrata puede tener como consecuencia que los acuerdos bipartidistas en el Congreso se terminen, dado que no los diferendos han ido al alza, un ejemplo de ello es que el American Jobs Plan y el American Families Plan podría ser aprobado con la conciliación presupuestaria que implicaría únicamente votos demócratas.
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