El 45% del negocio de las empresas de trabajo temporal se sustenta sobre trabajadores fijos discontinuos, una posibilidad que abrió precisamente la última reforma laboral. Sin embargo, la fórmula ha dado también pie a un riesgo de abusos en su utilIzación ante los que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha lanzado una intensa ofensiva de la inspección. Y la campaña está teniendo resultados: los contratos de este tipo firmados por ETTs han caído un 13% en lo que va de año, mientras el número de estas empresas se sitúa en mínimos históricos.
La norma aprobada a finales de 2021 contemplaba que las ETTs pudieran contratar a trabajadores bajo esta modalidad para ponerlos a disposición de sus clientes pero con un límite claro: solo se permiten para la cobertura de puestos temporales. Esta novedad buscaba compensar al sector por la desaparición de los contratos por obra y servicio y otras restricciones a la contratación eventual y fue el fruto de una ardua negociación con la patronal.
Como consecuencia, los contratos fijos discontinuos firmados por ETTs pasaron de 0 a 233.376 en 2022 y a 353.363 en 2023. En lo que va de año suman 195.985 y suponen el 13,3% de todos los firmados por estas empresas. Sin embargo, su peso en el negocio es superior: protagonizan el 45% de los contratos de puesta a disposición de otras empresas, que alcanzan los 1,2 millones en los que va de año. Esto implica que cada fijo discontinuo contratado por una ETT pasa, de media, por 6 empresas diferentes.
En principio, esta evolución parece coherente con la intención de la propia reforma: garantizar que estos trabajadores tuvieran más oportunidades de encadenar empleos frente a los temporales, cuya ratio de contratos de puesta a disposición apenas llega a 1,1. Es decir, que la ETT firma un nuevo contrato para cada una las cesiones de trabajadores. Los fijos discontinuos, al contrario, mantienen el contrato vigente entre los diversos llamamientos.
Pero la intensidad con la que se ha producido este trasvase ha hecho saltar las alarmas del Gobierno. Los contratos fijos discontinuos realizados por ETTs apenas suponen un 15,3 del total de esta categoría firmados en lo que va de año, pero las puestas a disposición equivalen al 91,4%. Esto hace sospechar que muchas empresas se podrían estar ahorrando no solo contratar a sus propios fijos discontinuos, sino también convertir en indefinidos a sus temporales aprovechando a estos trabajadores de empresas de trabajo temporal.
¿Cómo? Utilizándolos para desempeñar tareas que tienen un claro carácter recurrente o estacional y no se justifican como eventuales por picos de actividad. Esto era precisamente lo que buscaba evitar la reforma laboral, que restringió explícitamente la cesión de contratados fijos discontinuos “a necesidades temporales de diversas empresas usuarias”. Por ello, a mediados del pasado año, la Inspección de Trabajo y Seguridad Social lanzó una primera campaña de envío de cartas a las empresas, 4.600 cartas, que afectan a unas 45.000 “relaciones laborales”, estrategia que ha seguido a lo largo de 2024.
Si bien el Ministerio de Trabajo no ha desglosado cuántas ‘regularizaciones’ de fijos discontinuos se han producido exactamente ni cuántas corresponden a trabajadores de ETTs, hay datos a que apuntan a que esta ofensiva ha golpeado a las ETTs: la contratación de fijos discontinuos por parte de este tipo de empresas acumulada en el conjunto del año ha caído un 12,7% respecto a los ocho primeros meses de 2023, y su peso ha bajado del 14,9% al 13,3% de los trabajadores que son contratados para cesión a. Pero la tendencia se acentúa mes a mes: en agosto se registraron 17.000, un 24,4% menos que hace un año.
Así, los contratos indefinidos fijos discontinuos ha pasado de contrarrestar el retroceso en los contratos temporales de las ETTs a acentuarlo. Estos últimos, caían en agosto a un rimo interanual de 5,6%, mientras en el mismo mes los fijos discontinuos se desplomaban con una intensidad casi cinco veces mayor.
Este descenso de las contrataciones se está trasladando a la propia supervivencia de las ETTS. En lo que va de año se han registrado 226 operativas, 14 menos que en el mismo periodo de 2023. De mantenerse esta tendencia a cierre de ejercicio, no solo marcaría un mínimo de la serie histórica, sino que anotaría el mayor retroceso anul desde que existen registros.
El peso en las cesiones de trabajadores sigue siendo elevada y de hecho se ha incrementado en un 31%, aunque, como hemos visto, esto supone que menos trabajadores encadenan más llamamientos (en concreto 6 por cabeza). Por ello Trabajo quiere ir más allá y está preparando una modificación de los registros para mejorar la información de la que dispone sobre el posible ‘mal uso’ de los fijos discontinuos.
El departamento que dirige Díaz ha redactado una orden ministerial que reforma el Reglamento de las Empresas de Trabajo para adaptarlo a las modalidades contractuales vigentes tras la reforma laboral. Aunque muchos cambios son puramente técnicos, también revisa la “operativa de comunicación de la actividad de las empresas de trabajo temporal al Ministerio”, según inciden fuentes de Asempleo.
Pero bajo este barniz aparentemente burocrático se esconce la obligación de que las ETTs indiquen qué tipo de puestos ocupan sus fijos discontinuos con mucho mayor detalle, clasificando incluso los contratos que reemplazan. Esto permitirá detectar con mayor facilidad cuándo se utilizan para cubrir funciones para los que la empresa usuaria debería contratar a su propio trabajador.
Esta situación tiene también una sorprendente derivada política. Junts, que está negociando con el Gobierno su apoyo a los Presupuestos, quiere levantar las restricciones al uso que hacen las ETTs para los fijos discontinuos. La formación independentista que preside Carles Puigdemont reconoce así las reivindicaciones del sector (con un elevado peso, además, en Cataluña).
Lo hace a través de una serie de enmiendas al proyecto de ley que transpone la directiva europea relativa a unas condiciones laborales transparentes y previsibles. La idea es que los contratos de puesta a disposición puedan utilizarse “para la realización de trabajos de naturaleza estacional o vinculados a actividades productivas de temporada” o en aquellos casos en los que “siendo de prestación intermitente, tengan periodos de ejecución ciertos“.
Esta propuesta supondría una vuelta de tuerca a los establecido en la reforma laboral y desautorizaría la propia estrategia de Díaz. La formación nacionalista se escuda en una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 17 de marzo de 2022, que determina que estas empresas “pueden cubrir puestos de trabajo permanentes siempre que lo hagan con carácter temporal”. Aunque eso suponga impedir la creación de un nuevo puesto de trabajo estable en la empresa usuaria.