A principios de marzo, todo apuntaba a que China había despertado con rabia. Así se desprendía de los datos del PMI manufacturero de febrero, los cuales pulverizaron todas las expectativas de los analistas. Sin embargo, pronto las señales empezaron a ser otras y, ahora, se espera que los resultados empresariales del primer trimestre de 2023 sean más débiles de lo previsto. Como consecuencia, desde Citi han tenido que cambiar sus previsiones, retrasando así la recuperación económica del país asiático y el consiguiente repunte bursátil.
En concreto, los analistas de la entidad creen que el Hang Seng no alcanzará los 24.000 puntos hasta finales de septiembre, cuando antes preveían que lo hiciera en el mes de junio. Aunque el principal índice de la bolsa de Hong Kong ha subido un 2,8% en lo que va de año, lo cierto es que todavía ronda los 20.331,20 puntos. Es decir, aún tiene que escalar un 18% hasta llegar a esa meta.
El repunte del Hang Seng no es el único que han retrasado los analistas de Citi a raíz de las señales de debilitamiento. Al igual que el principal índice de la bolsa de Hong Kong, el CSI 300 no alcanzará su objetivo de 4.500 puntos hasta finales de septiembre. En la actualidad, se encuentra cercano a los 4.125 puntos, un 9% menos. Por su parte, la entidad espera que el MSCI China tarde cinco meses en pasar de los 66 puntos actuales a los 78, según recoge CNBC.
Los principales lastres para la economía china están siendo las exportaciones y el sector inmobiliario. Las primeras se han visto arrastradas por el menor crecimiento de EEUU y la Unión Europea hasta tal punto que, en los dos primeros meses del año, los envíos desde China se redujeron un 6,3% interanual, facturando solo 475.081 millones de euros, según datos de la Oficina de Aduanas del país asiático. Aún así, estos resultados mejoraron el consenso de Bloomberg, cuyos expertos vaticinaban una disminución media de un 9% en las encuestas.
En cuanto al sector inmobiliario, parece estar dando los primeros signos de recuperación tras la crisis de 2022 y las turbulencias vividas a principios de 2023, pero todavía queda mucho camino por recorrer. Según los datos oficiales proporcionados por la Oficina Nacional de Estadística (ONE), la inversión inmobiliaria de los promotores se contrajo un 5,7% durante los dos primeros meses del año, muy por debajo de la caída del 12% que experimentaron en el mes de diciembre y la contracción del 10% que se registró en todo el ejercicio anterior. Asimismo, se ha reducido la tasa de impago de los promotores inmobiliarios chinos de alto rendimiento, aunque se espera que todavía ronde el 19% este año, lo que refleja un “incierto ritmo de recuperación”, señalan desde Goldman Sachs.
Por su parte, el Banco Popular de China asegura que el número de personas residentes en el país asiático que quiere invertir en vivienda está aumentando. También sostiene que el precio de las casas se va a incrementar próximamente.
Otro de los obstáculos que impiden la recuperación de la economía china es el consumo de los hogares, los cuales siguen mostrándose conservadores a la hora de gastar, como demuestran los resultados de los gigantes del e-commerce JD.com y Alibaba. El valor de este último se ha reducido alrededor de 600.000 millones de dólares desde su máximo en octubre de 2020 debido a medida a las políticas adoptadas por el Gobierno de Pekín para regular las empresas tecnológicas y la ralentización económica derivada de la pandemia.
Por el contrario, parece que las empresas están dispuestas a gastar más en publicidad, sobre todo en la creación de contenido en formato vídeo y portales de comercio electrónico, como es el caso de Tencent. Según la compañía, los anuncios en las cuentas de vídeo generaron más de 1.000 millones de yuanes de ingresos en el cuarto trimestre de 2022.