La estacionalidad nos permite abastecer la demanda de mercados del hemisferio norte de manera sostenida con diversos productos de la oferta exportable del sector.
El secreto del desempeño de las agroexportaciones peruanas podríamos resumirlo en una serie de factores que confluyeron para elevar la competitividad del sector y promover inversiones a gran escala: Estacionalidad, integración con mercados globales, irrigación, incentivos a la inversión, régimen laboral, a los que se sumaron el trabajo conjunto entre el sector público y privado, organismos de gobierno y empresarios, como las propias características de clima y geografía de nuestro país.
Por ejemplo, al respecto de la estacionalidad de nuestras agroexportaciones, tengamos en cuenta que nuestros envíos de arándanos se concentran mayormente entre los meses de setiembre y diciembre; las paltas, abril y agosto; las uvas, octubre y febrero; y los mangos, noviembre y marzo. Esta característica nos permite abastecer la demanda de mercados del hemisferio norte de manera sostenida con diversos productos de la oferta exportable del sector.
Los resultados de nuestras agroexportaciones son evidencia clara de desarrollo económico y social en nuestro país. En el primer semestre del año, según cifras de la Sunat, sumaron USD 3,922 millones, con lo que representaron un 13% del total de nuestros envíos al mundo. Si hablamos de las exportaciones no tradicionales, que generan mayor valor agregado, las del sector agropecuario representaron un 43% de estas.
Siendo una actividad intensiva en mano de obra, orientada a la siembra y cosecha, así como a los múltiples procesos de selección, limpieza, empaque y otros tantos más, genera mayores ingresos para sus trabajadores. De acuerdo con datos de la planilla electrónica del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, por ejemplo, en abril de 2016 se tenían registrados 187,151 trabajadores en el sector agrícola; mientras que en abril de 2023 se registraron 266,935; es decir, se evidenció un crecimiento del 43% en los últimos 7 años. Asimismo, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Hogares del INEI, en 2022, el salario promedio de la actividad en el sector formal ascendió a S/ 2,079; mientras que en el sector informal fue de S/ 845.
Una Ley de Promoción Agraria (vigente hasta diciembre de 2020), sumada a la Política Comercial de Apertura e Integración con el mundo, que mantenemos por más de 30 años, y que a la fecha nos mantiene conectados con 56 países del mundo, a través de 22 acuerdos comerciales, han permitido que seamos líderes mundiales en exportaciones de arándanos, uvas, paltas, entre otros. En el primer semestre del año nuestros envíos de uvas han crecido un 15.8%, los de paltas, un 27.8%, y los de arándanos, un 26.5%. Estos y otros productos del sector se colocan en mercados como los de EE.UU., Países Bajos, España, Chile, Ecuador, México, China, Reino Unido, Colombia y Hong Kong, los cuales captan casi el 80% de nuestras agroexportaciones al mundo, siendo los principales EE.UU. y Países Bajos, con un 29% y un 15% del total exportado, respectivamente.
Para potenciar estos resultados hacia los próximos años, además de que en junio último se definieron las actividades inmersas en la Nueva Ley Agraria, es fundamental acelerar la ejecución de grandes proyectos de irrigación que amplíen nuestra frontera de exportación agrícola: Majes Siguas II, Chavimochic, Alto Piura, Chinecas, entre otros, así como fortalecer entidades que acompañan el desarrollo del sector, como lo es el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa). De lo contrario, la actividad perdería dinamismo hacia los próximos años, lo que limitaría las oportunidades para que más familias se beneficien de las bondades de la agroexportación.
Fuente: Infobae
