Son proyecciones de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Las ventas externas de los complejos de soja, maíz, trigo, girasol y cebada podrían sumar más de USD 32.000 millones
Según un estudio de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), las exportaciones de los principales complejos granarios podrían alcanzar los USD 32.109 millones en 2024 si se consideran las estimaciones actuales de intención de siembra, los rindes tendenciales para estimar producción y los precios FOB vigentes para embarque en el próximo año. Si se concreta ese panorama, las exportaciones de los complejos de soja, maíz, trigo, girasol y cebada sumarían en conjunto unos USD 8.000 millones más que los USD 24.000 millones estimados para el presente año, lo que equivale a un salto del 33% interanual.
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No obstante, esta diferencia podría extenderse si se tiene en cuenta el resultado neto de la balanza comercial de estas cadenas, sobre todo, lo que conlleva la importación de soja, que este año finalizará en niveles récord, ubicándose en torno a los USD 5.650 millones. Previendo una campaña agrícola 2023/24 dentro de los parámetros normales, sin desastres climáticos y productivos, ese valor tendría que reducirse de manera drástica y ubicarse así en USD 2.940 millones. De esa manera, se requerirán menos divisas para estas importaciones lo que arroja que las exportaciones netas se incrementarían en USD 10.500 millones respecto de este año, generando un salto en los ingresos del 56%.
Producto por producto
En base al trabajo realizado por la BCR, todos los complejos granarios presentarían alzas en sus exportaciones. El sojero sería el que mayor diferencia arrojaría, ya que se estipula que entre los despachos de poroto sin procesar, harinas y pellets, aceite y biodiésel alcanzaría los USD 18.451 millones, más de USD 4.100 millones respecto a lo estimado para 2023.
En segundo lugar, se ubicaría el maíz, con exportaciones por USD 7.870 millones, lo que implicaría un salto de USD 2.376 millones (USD 2.400 millones más que en 2023), seguido por el trigo, que entre los embarques de grano y harina, se posicionaría en USD 2.900 millones, ganado respecto al corriente año USD 1.400 millones, mientras que el girasol y la cebada se mantendrían prácticamente sin cambios.
“Esto se explica fundamentalmente por un incremento en los volúmenes proyectados a exportar que más que compensan la caída en los precios promedio de exportación proyectados para el año próximo: en 2024 se exportarían cerca de 90 millones de toneladas entre granos, subproductos y aceites, casi 40 millones más que las 55 millones de toneladas estimadas para el año actual”, marcó el trabajo de la entidad bursátil.
No obstante, cabe remarcar que, “a pesar de la mencionada caída en los precios, estos se mantienen en niveles superiores al promedio de los últimos años, lo que hace que el valor proyectado para 2024 se ubique como el 3ro más elevado de la historia, sólo por debajo de los años 2021 y 2022″.
Derechos de exportación
Por supuesto que la mejora en las perspectivas productivas para la campaña 2023/24, que en sus primeras estimaciones ya proyectan incrementos del 40% para la producción de trigo, del 65% para la producción de maíz y de 140% para la producción de soja, “permite avizorar una mejora en la recaudación potencial para el año 2024″, asumiendo que las alícuotas que afectan a los principales productos de la agroindustria se mantengan constantes y el clima acompañe.
“De acuerdo con los saldos exportables previstos para la campaña 2023/24, considerando una anticipación de ventas de la cosecha posterior en sintonía con el promedio de los últimos años y tomando los precios internacionales hoy vigentes; podemos estimar que la recaudación por retenciones para el año 2024 totalizaría unos USD 8.000 millones, duplicando los guarismos para este año”, proyectó la BCR.
La cadena soja podría aportar USD 2.360 millones adicionales el año próximo, según cálculos de la entidad, proyectándose una exacción total a la cadena de USD 5.835 millones de dólares en este concepto, asumiendo que la recuperación en las exportaciones estaría en torno al 45% para harina y aceite, y contemplando que las exportaciones de poroto se multiplicarían casi cuatros veces. A su vez, se proyecta una anticipación de ventas mayor, alineándose con los promedios de los últimos años.
En el caso del maíz el incremento sería porcentualmente mayor, proyectándose un crecimiento del 360% en el aporte de la cadena hasta los USD 1.430 millones, mientras que el aporte del complejo trigo podría alcanzar cerca de US$ 490 millones en 2022, ubicándose al nivel del 2022.