Mientras Occidente se alinea para criticar la sobrecapacidad de China y sus exportaciones de bajo coste, los beneficios de las empresas industriales del gigante asiático se incrementaron un 4% en abril con respecto al mismo mes del año anterior, según publicó este lunes la Oficina Nacional de Estadística (ONE).
Más del 70% de los sectores industriales del gigante asiático informaron del incremento de ingresos en los primeros cuatro meses del año, y los bienes de equipo siguieron siendo los que más contribuyeron al crecimiento. Así, las ganancias del subsector de electrónica se incrementaron un 75,58%, mientras que los de la fabricación de automóviles un 29% entre enero y abril.
Estas ganancias vienen después de que el sector manufacturero registrase una caída del 3,5% durante el mes de marzo, justo cuando entraron en vigor las medidas de estímulo del Gobierno al sector.
Precisamente, la Unión Europea está llevando a cabo una investigación con respecto a los subsidios para la fabricación de automóviles eléctricos. Pero no es la única cuestión que están abordando desde Bruselas con respecto a lo que denominan “las prácticas desleales” que está llevando a cabo el gigante asiático. La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, aseguró a mediados de septiembre del año pasado que “no hemos olvidado como las prácticas desleales de China afectaron a nuestra industria solar […] Europa debe hacer más contra los subsidios ocultos masivos de China”.
De hecho, estos datos de beneficios industriales salen en un momento en el que todo Occidente está alineado para denunciar el exceso de capacidad de China. La propia secretaria del Tesoro, Janet Yellen, mencionó este tema el mes pasado durante su viaje a China y lo mismo sucedió con la visita del canciller alemán, Olaf Scholz, cuando acudió a Pekín. Además, el pasado martes, la jefa del Tesoro estadounidense aseguró, antes de la apertura de la reunión de G-7 en Italia, que el exceso de capacidad de China “amenaza la viabilidad de las empresas de todo el mundo, incluso de los mercados emergentes”.
También el ministro de Finanzas de Francia, Bruno Le Maire, criticó este exceso de capacidad apoyado con subvenciones públicas en una entrevista en Bloomberg TV. “Toda la economía mundial está en riesgo por un exceso de exportaciones chinas baratas”, dijo.
Le Maire expuso que hay “un problema” con el modelo económico en el que China “está produciendo dispositivos industriales cada vez más baratos” e instó a “abordar este problema”. El titular galo de Finanzas reiteró que en la reunión del G-7 acordaron “responder a las prácticas nocivas” y “tomar medidas para garantizar la igualdad de condiciones”.
En este sentido, Estados Unidos ha tomado medidas. A mediados de este mes, la administración Biden anunció un paquete de aranceles a los coches eléctricos de fabricación china, entre otros componentes, que pasaban del 25% al 100%. En su conjunto, todo el paquete de aranceles tendrá un valor total de unos 18.000 millones de dólares (16.667 millones de euros).
Por su parte, la Unión Europea está esperando a los resultados de la investigación que está llevando a cabo y se desmarcaron de alinearse con los aranceles estadounidenses. Aunque Von der Leyen reiteró que si se descubre que hay prácticas desleales por parte de China, Bruselas “actuará en consecuencia para proteger su industria”.
Estos datos de beneficios empresariales se dan a conocer en un momento en el que la demanda interna china no está en su mejor momento y que las exportaciones en abril se incrementaron un 1,5% con respecto del año anterior, recuperándose levemente de la caída del 7,5% que sufrieron durante el mes de marzo.
Al mismo tiempo, el sector manufacturero del consumo obtuvo unas ganancias que se aceleraron hasta el 12% este primer cuatrimestre, mientras que entre enero y marzo fueron del 10,9%.
Desde Pekín rechazan consistentemente las críticas que están vertiendo desde Occidente sobre su exceso de capacidad y el estar llenando el mercado mundial de bienes de bajo coste. El portavoz del ministerio de comercio de China, He Yadong, aseguró a comienzos de este mes, cuando Estados Unidos amenazaba con los aranceles que después impuso, que no se puede llamar exceso de capacidad “simplemente porque la producción de un país exceda su demanda interna”.
En esta misma línea habló el embajador de la República Popular de China, Yao Jing, con elEconomista.es. El diplomático reiteró que su país “cumple las reglas del comercio internacional” y aseguró que “hay que dejar actuar al mercado”, que será el encargado de regularlo todo.
Tanto el embajador como el portavoz ministerial hablaron de que muchas naciones desarrolladas han estado exportando gran cantidad de bienes durante mucho tiempo y no deben criticar a China por exportar nuevos productos energéticos, ya que Occidente está versando su industria en estos elementos.
Atendiendo a los datos oficiales, las empresas estatales chinas informaron de la caída del 2,8% de sus beneficios en el primer trimestre, mientras que las empresas foráneas experimentaron un aumento de las ganancias del 16,7% en sus beneficios en los primeros cuatro meses del año.
De todos modos, a pesar de las buenas cifras, desde la Oficina Nacional de Estadística advirtieron en un comunicado que la demanda interna del gigante asiático “es débil” y el entorno exterior está sufriendo una situación “bastante compleja” y por eso es necesario hacer una base sólida para la recuperación de las ganancias industriales.