El primer ministro de Francia, Michel Barnier, ya tiene su borrador de presupuestos y los expertos piensan que las previsiones de crecimiento, deuda y déficit que tiene el Gobierno galo son muy optimistas.
El Observatorio francés de coyunturas económicas (OFCE, por sus siglas en francés) publicó en un estudio en el que aseguran que el crecimiento del PIB se va a limitar al 0,8% en 2025, tras una expansión de la actividad económica del 1,1% en 2024. Y prevén que el déficit difícilmente pueda llegar al 5% en 2025, tal y como planea Bercy (así se le conoce al ministerio de Economía y Finanzas de Francia), sino que con este proyecto de Presupuestos, como mucho, lo rebajará del 6% en 2024 al 5,3%.
Ya en su momento, el alto Consejo de Finanzas Públicas (HCFP, por sus siglas en francés) dijeron que las predicciones de Barnier son “frágiles debido al optimismo del escenario macroeconómico en el que se basa”.
Según destacan desde el think tank galo, el causante de que este déficit se enquiste es “el efecto recesivo” del Presupuesto. Esto también haría que el crecimiento se acortase en 0,8 puntos, calculan.
Por su parte, toda esta combinación recesiva de falta de crecimiento y aumento del déficit haría que la deuda pública creciese hasta el 115% del PIB a finales de 2025, frente al 112,8% de finales de este año.
Asimismo, los expertos de este organismo dependiente del école de educación superior Sciences Po ponen en cuestión las cifras del ejecutivo. Según las cuentas de Barnier, el fisco francés precisa de un ajuste de 60.000 millones de euros en el próximo año fiscal. De ese total, un tercio corresponderá a subidas de impuestos y dos tercios (40.000 millones) en recorte del gasto público. En el informe explican que “aproximadamente”, el 60% de ese ajuste vendría del “aumento de los ingresos”, mientras que el otro 40% sería de “la reducción del gasto”.
El instituto económico añadió en sus previsiones una serie de variantes que no están presentes dentro del documento presupuestario que elaboró Bercy. Si se integran esa variantes, por ejemplo, en ámbito de transición energética, el crecimiento “caería en torno a 0,1 puntos adicionales”, precisan desde el think tank en su análisis.
El panorama que se van a encontrar estos presupuestos más restrictivos es una política monetaria mucho más suave. Teniendo en cuenta todo esto, el economista de la OFCE, Mathieu Plane, aseguró que la caída de los tipos de interés “debería sumar 0,4 puntos de crecimiento en 2025, lo que no es baladí”, aseguró.
En cambio, a pesar de las condiciones favorables en las que se van a encontrar en Bercy con este presupuesto más ortodoxo y restrictivo, el panorama político fragmentado en el que se encuentra ahora sumidos los galos provocará que se resten 0,2 puntos al crecimiento el próximo año, según las estimaciones que hace el organismo. En este ejercicio, calculan que la inestabilidad política restó 0,1 puntos al PIB galo.
Así, las estimaciones de la OFCE prevén que el próximo año será “mucho más lento”, con un avance económico a un ritmo del 0,2% trimestral, que vendrá impulsado por el consumo interno de los hogares franceses y, en menor medida, por el comercio exterior de bienes y servicios. De todos modos y, a pesar de que se recuperaron los salarios reales, el poder adquisitivo debería caer de manera ligera. En concreto, estiman que sería un 0,2%.
“Si bien en 2024 las prestaciones sociales aumentaron significativamente, en 2025 no será así. También se esperaba que los ingresos de los activos disminuyeran con la caída de los tipos de interés”, explica Mathieu Plane. El poder adquisitivo también sufriría el efecto negativo de una desaceleración del mercado laboral, que comenzaría a finales de este año.
Precisamente, el mercado laboral se va a ver muy afectado por esos efectos recesivos de los Presupuestos de Barnier. El tink tank augura que se van a destruir 163.000 puestos de trabajo. Por su parte, la reforma de reducciones de las cotizaciones empresariales, que implicarán 5.000 millones de euros de ahorro, supondría la eliminación de unos 15.000 puestos de trabajo en el primer año. Esto implica, según los expertos, un aumento de la tasa de desempleo hasta el 8% de la población activa a finales de 2025, frente al 7,5% a finales de 2024.
Barnier lo va a tener difícil para poder sacar estos presupuestos adelante, pero el objetivo es que estén aprobados por la Asamblea Nacional a finales de año.