Los mercados de bonos en moneda local de los países emergentes han experimentado un notable crecimiento en la última década, especialmente en los últimos años, según el análisis de Moody’s Ratings. Esta tendencia alcista se espera que continúe, respaldada por una combinación de factores tanto estructurales como cíclicos, como el dinamismo del producto interno bruto (PIB) y la robustez del dólar estadounidense.
El alcance y la profundidad de estos mercados han aumentado significativamente en este período, brindando a los emisores de deuda mayores oportunidades para satisfacer sus necesidades financieras y fomentar una mayor actividad de emisión de bonos.
Este crecimiento, como señala Moody’s, suele beneficiar a los emisores de deuda en economías emergentes al proporcionarles una fuente de financiamiento alternativa sin el riesgo asociado a los cambios en los tipos de cambio, especialmente para aquellos con acceso limitado al mercado internacional de capitales. Sin embargo, la agencia calificadora advierte sobre la posibilidad de que cambios abruptos en las condiciones financieras de los mercados locales puedan generar riesgos significativos para los participantes.
Ahora bien, a detalle el análisis expone que entre el tercer trimestre de 2019 y el mismo período de 2023, el valor de los bonos en moneda local en circulación emitidos en ciertos mercados emergentes ha registrado una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 10,3%, superando al crecimiento del 4,3% experimentado por los bonos internacionales en circulación, mayoritariamente denominados en dólares estadounidenses. Asia, especialmente China, destaca como la región líder en la emisión de bonos en moneda local.
Asimismo, en la última década, este crecimiento ha sido especialmente notable en China, Indonesia, India y Perú, mientras que ha sido más moderado en Europa Central y Oriental, Medio Oriente y África (CEEMEA).
El crecimiento observado en dicho periodo es resultado de una combinación de factores tanto estructurales como cíclicos. Los factores estructurales, como el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), han demostrado una alta correlación con la demanda de crédito, fomentando así la disponibilidad de recursos financieros y fortaleciendo la confianza de los inversionistas. Además, las presiones de ahorro, junto con las políticas y regulaciones aplicadas, han contribuido al desarrollo y crecimiento sostenido del mercado.
En contraste, los factores cíclicos, como la fortaleza del dólar estadounidense y las tasas de interés históricamente altas en Estados Unidos, han encarecido las emisiones internacionales, especialmente cuando están acompañadas por la depreciación de las monedas locales.
Por otro lado, se observa una tendencia hacia una mayor profundización de los mercados locales de bonos. Esto se evidencia en un aumento en el tamaño y la duración de las emisiones de bonos individuales (no soberanos), indicando que el mercado internacional ya no es la única opción para transacciones de gran envergadura o a largo plazo.
Cabe destacar que un análisis de la distribución del tamaño de las transacciones entre 2019 y 2023 reveló un incremento significativo en países como México, China, Malasia, Indonesia, Brasil y en menor medida en Colombia.
Finalmente, en América Latina, el crecimiento de los bonos en moneda local ha sido particularmente notable en México y Perú, donde el mercado ha experimentado un crecimiento promedio del 4% en la última década.
Resaltan el crecimiento con una tasa compuesta anual del 4,3% en México y del 7% en Perú. Aunque con menor intensidad, el mercado brasileño también ha mantenido una actividad considerable en los últimos trimestres.